Poco habitual en los planes de su técnico, Xavi Pascual, el prometedor alero Mario Hezonja se dio un baño de autoestima ante la Bruixa d'Or Manresa (91-63) que, consciente de su inferioridad, solo pudo dar la cara en el primer cuarto.
El alero croata -autor de 26 puntos- encandiló al Palau Blaugrana con un recital de triples, mates y desequilibrio exterior y, junto a otro poco habitual como Maciej Lampe (17 puntos), sentenció a un Manresa en el que destacaron Monroe y Eriksson, ambos con once puntos.
Pese a su inferioridad física y presupuestaria, los manresanos plantaron cara en el primer periodo. Lo hicieron con un juego rápido, buscando sorprender a la mejor defensa de la Liga Endesa de la mano de Monroe -su referencia en ataque esta temporada-, Goodridge y Ericksson.
Un triple del alero sueco, cedido esta temporada por el Barcelona, dio la primera ventaja (11-13) a los visitantes, que fue rápidamente contrarrestada por un triple de Marcelinho y un contraataque fulminante Papanikolaou.
Más débiles de lo habitual en defensa, los de Pascual consiguieron irse con una mínima ventaja en los primeros diez minutos gracias a una penetración en los últimos segundos de Oleson que puso el 20-19.
Tras el susto inicial, los azulgranas inyectaron una marcha más en su intensidad defensiva. Ello bloqueó a los de Comenge que en el segundo cuarto solo pudieron anotar diez puntos.
Con las bajas de Nachbar y Abrines, Pascual dio entrada a pocos habituales como Hezonja y Lampe, que empezaron a dejarse ver en los minutos que jugaron en el segundo periodo con seis y diez puntos, respectivamente.
De la mano del alero croata -con cuatro puntos consecutivos- y otros dos del pívot polaco, el Barça endosó un primer parcial de 6-0.
Mientras, los de Borja Comenge seguían atragantándose con el muro azulgrana y solo Eriksson y Monroe encontraban el camino de la canasta.
Buscó el Barça de forma descarada a Lampe, que se mostró con mucha confianza al anotar ocho canastas consecutivas que dieron una ventaja de trece puntos a los locales. A ello se sumó Hezonja que, ni corto ni perezoso, se jugó la última posesión del cuarto con un tiro de media distancia que selló el 44-29 con el que se llegó al descanso.
Tras la reanudación, los del Bages recuperaron algo de precisión en el lanzamiento, sobre todo en los primeros minutos. Apareció Kouguere con un triple, mientras Eriksson y Monroe seguían acertados en ataque.
El Barça no quería sustos y explotó su juego interior con Tomic -autor de seis puntos y una asistencia, tras el descanso- y Todorovic que permitieron ampliar la diferencia hasta los 20 puntos (58-38).
Se durmió el Barça en defensa y lo aprovechó el Manresa para endosar un parcial de 0-7. Dos tiros de media distancia de Arteaga y Ljubicic, así como un triple de Salva Arco obligaron a Pascual a pedir tiempo muerto.
Salió Hezonja al rescate con un triple contestado en la siguiente jugado por otro Ljubicic con el 61-48 al que se llegó al minuto 30.
El partido estaba encarrilado pero no cerrado para los locales. Por ello, Pascual mantuvo a un extramotivado Hezonja y volvió a apostar por Lampe en el último cuarto.
Le salió bien la jugada al técnico catalán. El alero croata dilapidó las pocas esperanzas del Manresa con dos triples, una bandeja en ataque estático y un mate al contraataque tras una asistencia de un generoso Navarro.
Hezonja siguió jugando y el Palau gozando de una victoria ante un rival, cuyo objetivo pasa por ganar en otros feudos más accesibles.