Kiko Senra Ibáñez es un extrabajador de Delphi que permanece desde hace ya más de 60 días encerrado en el edificio de los sindicatos de Cádiz como protesta para demandar a la Junta de Andalucía una salida digna para este colectivo que agrupa a más de 500 extrabajadorees. “En este encierro me siento indignado y mortalmente herido por culpa de las mentiras y la corrupción de nuestros políticos, así como por la dejadez de los sindicatos”, señala Kiko Senra para añadir que “quiero expresar mi rabia contra las políticas represivas y austeras hacia los más humildes de la sociedad”.
Así, Senra explica que “desde aquí hago un llamamiento a la ciudadanía para que salgan a la calle a mostrar sus sentimientos y para que se unan a las marchas y manifestaciones que se organicen para la salvaguarda de la dignidad y la igualdad que de forma tan devastadora nos han quitado y siguen quitando”.
Respecto a su situación particular indica que “en casa tenemos una necesidad tan grande y tan urgente como el resto de los compañeros que estamos aquí, ya no es que vivamos el día a día, ya vivimos el futuro para saber cómo vamos a pagar la luz, el agua, la comida, la ropa, y es que a pesar de que tenemos amigos y familiares que llevan meses ayudándonos, cada día que pasa a ellos, es normal, les cuesta más trabajo, y es que ellos también están pasando necesidad”.
Eso sí, “hay veces que los cables se te cruzan, aunque sea a una persona válida, y es que yo me considero una persona válida para cualquier tipo de trabajo, pero como tenemos un gobierno tan incapaz de ofrecerte algo y lo que hace es frenarte y frenarte, y aún más cuando no tienes un duro, porque sin dinero cómo va uno a emprender, cómo va uno a moverse si la burocracia te frena seis o siete meses y lo primero que hace es pedirte dinero”, y es que “nos están llevando a una rabia que no sé por dónde va a salir”.
“Yo cojo ahora mismo a cualquiera y le doy para el cine, pero para el cine con chucherías de las buenas… la palabra indignación ya es una palomita… la dignidad nos la quitaron hace siete años, ahora habría que buscar una palabra que pueda describir cómo nos sentimos, una palabra que va más allá de la indignación”, lamenta Senra.
“Odio la situación en la que me encuentro”, prosigue, “voy a dejar de ver los telediarios… pero ya estoy vacunado, solo hablan de corrupción pero no cogen a ninguno, y los partidos echándose la pelota uno al otro sin solucionar nada. Yo les pido a los políticos que se partan los cuernos para buscar una solución al desempleo, pero los políticos que tenemos solo buscan atizar al otro, asistir a una inauguración, los veo en las fotos riéndose y pienso que se están riendo de mí… y me entran unas malas ideas”.
“Lo que yo quiero transmitir es que la gente que no está en nuestra situación que no se fíen, que mañana pueden estar igual que nosotros, que no se fíen de los políticos, de los sindicatos, que detrás de las risas hay una mentira muy grande y cuándo se den cuenta ya van a estar extraviados, en el fondo, en la miseria, en la indigencia”, afirma para concluir que “mi padre siempre me inculcó los valores del respeto, la responsabilidad y de la dignidad, pero si veo que los políticos y los sindicatos me faltan el respeto, yo pierdo la cabeza, es un cortocircuito en mi cabeza”.