El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha convocado al embajador británico en Madrid, Simon Manley, para quejarse por el intento de embarcaciones británicas de "obstaculizar" las labores de "investigación y protección medioambiental en aguas españolas" del buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño'.
La convocatoria se ha conocido después de que el Foreign Office hiciera público que convocó ayer por la tarde por cuarta vez al embajador español en Londres, Federico Trillo, para protestar por lo que considera una "grave incursión" de embarcaciones españolas en las aguas que Reino Unido reclama como propias en torno al Peñón, pero que España no le reconoce.
Un portavoz del departamento que dirige José Manuel García-Margallo ha informado a Europa Press de que en esa cita, que ha tenido lugar esta tarde, Trillo ha respondido a la directora general de Asuntos Económicos y Consulares del Foreign Office, Barbara Woodward, que "lo que Reino Unido califica como incursiones de embarcaciones españolas en sus aguas no son sino actividades rutinarias de buques españoles en aguas españolas".
El portavoz ha avanzado que al embajador británico se le va a entregar una nota verbal de protesta por la actuación de varias embarcaciones de la Royal Navy y la Policía gibraltareña intentando obstaculizar la labor del 'Ángeles Alvariño'.
Ha añadido que la posición española sobre los espacios cedidos a la Corona británica por el Tratado de Utrecht de 1713 permanece "inalterada" desde esa fecha. Por ese Tratado, España cedió la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensa y fortalezas, pero no sus aguas adyacentes. De ahí que España no reconozca a Gibraltar más aguas que las del interior del puerto.
Londres, en cambio, viene reclamando hasta tres millas náuticas y alega que, en virtud de la Convención del Mar de Naciones Unidas, le corresponderían hasta 12 millas náuticas.
Los sucesos que han desencadenado sendas protestas se produjeron en la tarde de ayer. Aproximadamente a las 20.00 horas, el 'Ángeles Alvariño' se encontraba al suroeste de Punta Europa realizando labores de vigilancia medioambiental.
Dos embarcaciones de la Royal Navy y otras dos de la Policía de Gibraltar se colocaron a estribor del buque e intentaron impedir que siguiera haciendo su trabajo. Tras recibir una llamada del capitán del buque oceanográfico Ángeles Alvariño, una patrullera de la Guardia Civil acudió en su auxilio.
En torno a las 22.15 horas, una vez completada la labor que tenía prevista, el 'Ángeles Albariño' abandonó la zona, si bien durante todo ese tiempo permaneció bajo la vigilancia de las cuatro embarcaciones británicas, según el relato de los hechos que Europa Press ha recabado de la Guardia Civil y Exteriores.
Para el Foreign Office, la actuación del 'Ángeles Albariño' en las aguas que rodean el Peñón supone una "incursión provocadora" pues, bajo su punto de vista, solo el Reino Unido, como titular de la soberanía de esas aguas, puede ejercer jurisdicción y tareas de control sobre esas aguas.
MANIOBRAS PELIGROSAS
En un comunicado, Londres también ha acusado a la Guardia Civil de realizar "maniobras peligrosas" que presentan una "preocupación significativa" para la seguridad.
El secretario de Estado para la UE, David Lidington, ha instado en un comunicado a España a que garantice que situaciones como ésta no se vuelvan a repetir.
Por su parte, el Instituto Español de Oceanografía ha explicado que la presencia del 'Ángeles Alvariño' en las aguas en torno al Peñón se enmarca en una investigación de oceanografía física que desarrolla desde hace más de un lustro con el objetivo de analizar las masas de agua que entran y salen del Océano Atlántico y del Mediterráneo respectivamente.