Rodeada de palmas y de las miradas más inocentes, la de los niños. Así dio comienzo la Semana Santa onubense, a las 16.15 horas de un domingo esplendoroso. La Hermandad de la Borriquita ya está en la calle, que comience la Semana de Pasión.
Los onubenses tenían ganas, y así se vivió y se sintió en la Plaza de San Pedro, donde una multitud se congregó en la salida procesional de la Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de los Ángeles. A las 16.30 horas asomó por el pórtico de San Pedro el paso de Jesús entrando en Jerusalén en la borriquita, obra de Antonio León Ortega. Veinte minutos después hizo acto de presencia la Virgen de los Ángeles, cuyo paso es obra de Miguel Hierro Barreda.
Este año la hermandad ha estrenado la saya de la Virgen, la ropa de monaguillo del cuerpo de acólitos del paso de misterio, y las palmas de la palmera del paso del Cristo. Como curiosidad, Nuestra Señora de los Ángeles, que fue recibida entre vivas y los sones de su salve, llevaba luto por el fallecimiento de Rosa Cancedo, camarista de los años 60.
La Santa Cena
Apenas pasaban un par de minutos de las 15.45 cuando las puertas de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús se abrieron para que los onubenses disfrutaran de una espléndida cena bajo el sol. Centenares de fieles y aficionados se agolpaban a las puertas del templo, ávidos de ver el paseo cofrade del reinante Cristo del Amor ante su apostolado, y, tras él, la Virgen del Rosario. Este año, la hermandad estrena paso de misterio, de estilo barroco en madera de cedro de carpintería religiosa y talla de Guillena, y sale sin dorar . Por su parte, la Virgen del Rosario mostró el estreno de una toca sobremanto bordada por Francisco Carrera Iglesias.
En cuanto al acompañamiento musical, la Agrupación Musical Cristo del Amor sublimó las mecidas del paso de misterio, mientras que la Banda de Música Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor hizo lo propio con el palio.
Durante el recorrido, los 100 costaleros que componen la cuadrilla de los dos pasos multiplicaron esfuerzos para agradecer al cielo la luz con la que lució el Domingo de Ramos onubense. La Santa Cena disfrutó de un día espléndido y ya entrada la madrugada se despidió de Huelva con una bella entrada al templo.
Los Mutilados
En la Parroquia de San Sebastián, de gran tradición cofrade, la multitud también congregada para ver a la Hermandad de Los Mutilados. Pasadas las 18.30 horas cruzaba el pórtico el Cristo de la Victoria, obra de Antonio León Ortega y que representa a Jesús despojado de sus vestiduras por dos sayones para ser crucificado en el Gólgota.
A las 19.10 horas le tocaba el turno al paso de palio, con una radiante Virgen de la Paz, en un paso en el que destaca el diseño de las bambalinas, obra del bordador onubense Rafael Infante Toscano.
La Hermandad de Los Mutilados estrenó este Domingo de Ramos 15 insignias, seis dalmáticas y seis albas. También se ha recuperado un ramo de olivos de la Virgen, unas potencias de plata del Señor, la ropa de los sayones y la saya bordada de la Virgen, donada por la familia de Rafael Infante.
Como curiosidad, apuntar que la hermandad ha ampliado este año su obra social debido a la crisis.
La Redención
Mantiene la sobriedad que la caracteriza, pero cambia el estilo hacia una procesión donde el juego entre la imagen y la música es mucho más posible, dando a su desfile procesional una mayor conjunción entre la fuerza de la imagen del Santísimo Cristo de la Redención y la estética que supone el resonar de cornetas y tambores. La Redención ha renovado este año su puesta en escena, y para agasajarla y darle su visto bueno, centenares de onubenses se agolpaban a las puertas de la Parroquia de la Concepción.
Allí, no esperaba al titular de la hermandad música de capilla, sino que era la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de Lepe la que iba a posibilitar un mayor lucimiento en el paseo cofrade que sus 40 costaleros dieron al Cristo de la Redención.
Además, el paso, impactante en su imagen y en su estética, de nuevo apareció este año con las imágenes del Señor y el Ángel Confortador.
El paso fue avanzando en su recorrido, con momentos de gran belleza visual, con juegos de luces y sombras posibilitados por el color del cielo, y adentrándose poco a poco en el anochecer onubense hasta que, pasadas las diez y media de la noche, regresaron al céntrico templo, con centenares de fieles y aficionados cofrades que despidieron la procesión de un Cristo bello y metafórico en su mensaje ante el que se rindió la Semana Santa onubense en su novedosa puesta en escena de este 2014 que arrancó con pletórico Domingo de Ramos.