Un juez de Sevilla ha rechazado dejar en libertad a Jonathan S.B., actualmente en prisión como presunto autor del crimen ocurrido el día 22 de febrero en la avenida Montes Sierra de la capital hispalense, donde perdió la vida un joven tras ser supuestamente atropellado por un coche conducido por el imputado.
En este sentido, fuentes judiciales han informado a Europa Press de que, en una resolución dictada el pasado día 21 de abril, el juez de Instrucción número 9 de Sevilla ha denegado la petición de libertad planteada por el abogado del imputado, quien ya lleva más de dos meses en prisión por estos hechos.
Conviene recordar que el juez ordenó el 25 de febrero el ingreso en prisión del imputado por presuntos delitos de homicidio y omisión del deber de socorro. En esta causa, hay otras tres personas imputadas, todas ellas en libertad con cargos por presuntos delitos de encubrimiento y omisión del deber de socorro.
LA DECLARACIÓN DEL PRINCIPAL IMPUTADO
En su declaración ante el juez, el principal imputado aseguró que el atropello fue "fortuito" y que "no vio en ningún momento" al fallecido. Así, explicó que, la madrugada de los hechos, se encontraba en el bar 'La Trocha' junto a su mujer cuando, en un momento dado, la víctima comenzó a molestar a algunas mujeres que se encontraban en ese momento en el establecimiento, donde había en total de entre 12 y 14 personas.
El imputado precisó que el dueño del local "intentó tranquilizar" al finado e incluso le invitó a tomarse una copa, lo que éste rechazó, tras lo que se le instó a abandonar el bar. Según su relato, la víctima abandonó entonces el local y, una vez fuera y cuando estaban cerrando el local, comenzó a "aporrear la puerta", por lo que Jonathan salió para ver qué ocurría en compañía del dueño y el portero del bar, que son dos de las personas detenidas.
En ese momento, el fallecido le agredió con un objeto punzante --al parecer una botella de cristal-- en el cuello y le hirió, por lo que se montó en su coche junto a los otros tres imputados con la intención de dirigirse a un centro hospitalario, según informaron a Europa Press fuentes del caso.
El imputado, que reconoció que iba embriagado tras haberse bebido "entre ocho y diez copas" de ginebra, precisó que conducía el coche mientras se tapaba con la mano izquierda la herida ya que se estaba "desangrando", hasta que una vez pasados cien metros "sintió un impacto", por lo que paró el coche.
UN DETENIDO Y UN TESTIGO CONTRADICEN SU VERSIÓN
Tanto el portero como el dueño del local se bajaron del vehículo y le confirmaron que había atropellado a una persona, pero como vio que la víctima iba a ser socorrida por varias personas que se dirigían hasta el lugar, se dirigió nuevamente hasta el bar a petición de otro de los detenidos. Una vez en el local, y tras dejar a los detenidos, su mujer se subió al coche y se dirigieron al hospital.
El imputado señaló, como se ha dicho, que el atropello tuvo lugar en la calzada y no en la acera, aunque tanto la Policía Nacional como uno de los imputados y un testigo han asegurado que el siniestro se produjo en la acera.
Según las fuentes, uno de los detenidos que acompañaba a Jonathan en el coche relató al juez que se subieron al vehículo con la intención de ir al hospital hasta que, en un momento dado, Jonathan "dio un volantazo hacia la derecha" y se subió al acerado, por el que circuló "entre siete y ocho metros".
Este imputado aseguró que, en ese momento, pudo ver al peatón y le dijo a Jonathan "para, para", pero no paró y atropelló a la víctima, tras lo que abrió la puerta y pudo ver que esta persona se encontraba fallecida, momento en el que Jonathan le dijo que cerraran las puertas y se marchó del lugar, no dejándoles bajar del vehículo.