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Jueves 14/11/2024
 
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Estepona

La confusión europea o \"Conchita\"

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El sábado pasado me encontraba delante de la televisión en busca de una buena película, tarea difícil pues no suele haber buenas. De pronto en el canal 1 de TVE me encontré con un señor barbudo y musculoso y con una gran voz de hombre que iba vestido de mujer, melena y grandes pendientes. ¡Vamos me quedé con la boca abierta!

Después he sabido que este señor no se llama “Conchita” sino Tomás Neuwirth, natural de Austria, y es gay declarado. Su melena y sus curvas son artificiales y se lo pone cuando se viste con galas de mujer.

Hasta ahora la cosa no pinta ni bien ni mal. Este señor es un producto de nuestra “cultura” que fomenta este tipo de actuaciones, pero lo sorprendente es que al día siguiente me entero de que había ganado el concurso de Eurovisión, este hombre fue alzado al primer premio por veintiséis países que debieron darle la mayoría.

Hoy en Europa un homosexual se disfraza, canta una canción que no es una maravilla y se cree que “ha puesto una pica en Flandes” y ha encumbrado a los gays. Y a este hombre yo le sigo respetando, pero ¿qué ha sido del lugar en dónde yo he nacido?

Yo he nacido en Europa y aquí, hasta ahora, nos han educado con unos valores que nada tienen que ver con lo que estamos viendo. Hay crisis económica en el mundo y en Europa, pero por qué. La crisis que vivimos se ha fraguado en una crisis social, ya no importan ni siquiera las reglas sociales, menos importa el deber de actuar conforme al Derecho de nuestros políticos, algunos aprovechan su paso por un cargo para llenar sus bolsillos robando a los más pobres, a los que les han votado.

¿En dónde está el refinamiento de Europa?, ¿en dónde están sus compositores y sus cantantes?, ¿en dónde los grandes autores y los filósofos?, ¿es que ya nadie se preocupa por mejorar nuestra vida ni por el devenir de los tiempos?

Con tan poco interés por nosotros mismos los que vienen de otros países nos van a comer “con patatas”.

Por otro lado, y con esperanza, me quiero engañar con que la estética ha cambiado y que a Eurovisión se lleva lo más extravagante de cada nación, no olvidemos aquel español del “guitarrico”, pero no, debo estar confundida y los tiempos han cambiado a peor.

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