El Juzgado Penal número 2 de Lleida ha condenado a pagar una multa de 1.080 euros y a tres años sin carné de conducir a un joven que en febrero de 2012 atropelló a un grupo de ciclistas en Vallfogona de Balaguer (Lleida), dos de los cuales fallecieron a causa del accidente.
La juez del caso considera en la sentencia que el joven no es culpable de dos delitos de homicidio por imprudencia y dos más de lesiones, como reclamaba el ministerio fiscal, que pedía para el procesado cuatro años de prisión y seis sin carné.
La magistrada establece que solo se le pueden imputar cuatro faltas contra las personas por imprudencia leve, dos con resultado de muerte y dos más con resultado de lesiones.
Según la juez, el atropello de los ciclistas, tal y como reconoció el acusado, se debió a un despiste o distracción del conductor que perdió de vista la carretera durante unos segundos al caer una mochila que llevaba en el asiento del copiloto.
"Llámesele distracción, desatención a la conducción, despiste o descuido, lo cierto es que el acusado, durante al menos dos o tres segundos, no estuvo atento a la conducción, momento en que su vehículo empezó a desviarse hacia el arcén, impactando tras un recorrido por el mismo, con los ciclistas, a los que arrolló por la parte trasera de sus bicicletas, con fatales consecuencias para dos de ellos", señala la juez.
Argumenta en este sentido que tanto los Mossos d'Esquadra que intervinieron en este accidente, como las pruebas periciales, apuntan también a que todo fue consecuencia de una distracción y concluye que no se dan los elementos propios de la imprudencia grave que permitirían calificar los hechos de delito y no de falta.
"Se trató de una distracción momentánea en la circulación motivada por el hecho de que el acusado oyó un ruido considerable en el interior del turismo al caer la mochila. Ello originó que el acusado mirara hacia la derecha unos segundos, el coche se desviara unos grados y acabara impactando con los ciclistas que le precedían", explica la juez.
"Si estos no hubieran estado, el coche se habría salido de la vía sin mayores consecuencias, pues su velocidad en realidad no era excesiva", añade.
Por todo ello considera "que la leve distracción del acusado, novel en la conducción, perdiendo de vista la calzada durante unos instantes debido a un percance que sucedió en el interior del vehículo, debe reputarse como una falta de imprudencia leve".
Además, la juez tiene en cuenta que el acusado es solo un estudiante sin ingresos y le impone que pague por las dos faltas con resultado de muerte un total de 720 euros, además de condenarle a dos años sin conducir.
En cuanto a los heridos, el conductor deberá pagar una multa de 360 euros por las dos faltas con resultado de lesiones y un año más sin conducir.