La Guardia Civil prosigue las investigaciones para esclarecer la muerte de un hombre de 32 años de un disparo en la madrugada de este pasado lunes en La Zubia (Granada) y baraja la hipótesis de que los hechos estén relacionados con una operación de venta de droga que se saldó con la muerte de esta persona.
Los indicios recabados hasta el momento descartan "casi con toda seguridad" que alguno de los detenidos por su vinculación con estos hechos, dos hombres de 35 y 25 años que han quedado en libertad sin cargos tras prestar declaración ante el juzgado, fuera el autor material del disparo, han informado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.
El joven de 23 años está identificado como la persona que trasladó a la víctima, ya moribunda, hasta el Hospital Clínico de Granada y lo hizo en su propio vehículo, que ha sido hallado aparcado en la localidad de Otura (Granada).
Los agentes, que visionaron las cámaras del centro sanitario para identificar el coche, han averiguado que esperó en el hospital hasta que los médicos se hicieron cargo de la víctima y conversó con un facultativo antes de irse.
"SABEN LO QUE PASÓ"
Los agentes sospechan que ambos, además de estar vinculados con los 9,5 kilos de marihuana hallados en la vivienda de La Zubia donde ocurrieron los hechos, "saben lo que pasó", aunque "no han querido decir nada" durante su declaración en la Comandancia de la Guardia Civil.
De este modo, se trata de localizar a las personas que se cree que acudieron a comprar la droga a la citada vivienda de La Zubia.
Los hechos sucedieron en la madrugada de este pasado lunes, a las 2,50 horas aproximadamente, cuando un vecino alertó a la Guardia Civil de que había visto a una persona saltar de una vivienda a otra en la calle Trevenque de La Zubia y de que había oído disparos. Una vez personados allí los agentes, sólo constataron la presencia de un casquillo de bala, manchas de sangre y sustancias estupefacientes.
Minutos más tarde, a las 3,07, el joven de 23 años trasladó en su vehículo al Clínico al hombre de 32 años herido, que presentaba parada cardiorrespiratoria y herida de bala en un ojo, y que falleció poco después.
Los responsables del hospital trasladaron entonces el asunto a la Policía Nacional, que en principio se hizo cargo de la investigación. Posteriormente, el caso pasó a la Policía Judicial de la Guardia Civil, que hasta el momento no ha practicado nuevas detenciones.