El Atlético de Madrid revolucionó la Liga, conquistó la cima del campeonato e interrumpió el dominio de Real Madrid y Barcelona en una temporada con un campeón de otra década, el tiempo que ha pasado sin un ganador de la competición diferente a los conjuntos blanco o azulgrana, desde el Valencia en 2003-04.
Desde entonces, la Liga había sido del Barcelona o el Real Madrid, con seis y tres títulos, respectivamente, en los últimos diez años hasta la irrupción esta campaña del conjunto rojiblanco, que no se ha bajado del podio de la clasificación en todo el curso y que ha sido el líder inamovible durante las últimas diez jornadas.
Una gesta del Atlético, dirigido por el argentino Diego Simeone, aún más meritoria por la diferencia de presupuestos actual, cuyo último precedente data de hace una década, cuando el Valencia, también con el sello indiscutible de su entrenador, Rafa Benítez, se impuso a Real Madrid y Barcelona en la pugna por el campeonato.
Con dos estilos similares, firmes defensivamente, muy ordenados, con una formación táctica muy cuidada y meticulosa y con eficacia ofensiva, son los dos últimos ejemplos que han combatido los pronósticos y han alcanzado el éxito de ganar la Liga por delante del equipo madridista y del azulgrana; un logro de mucho valor.
Desde Santi Cañizares, David Albelda, Carlos Marchena, Mista, Pablo Aimar, Roberto Fabián Ayala o Vicente, entre otros del Valencia de 2003-04, a Thibaut Courtois, Diego Costa, Koke Resurrección, Gabi Fernández, Arda Turan, Raúl García, Diego Godín, Joao Miranda, Juanfran Torres, Filipe Luis, Tiago Mendes, David Villa..., en el Atlético campeón de Liga en esta temporada.
El Valencia de 2003-04 fue un bloque. Y el Atlético también lo es, con un entendimiento colectivo del juego, con futbolistas importantes en sus filas, pero con el grupo y el equipo por encima de las individualidades. "Nuestra manera de jugar desde hace tiempo va basada en el esfuerzo colectivo y en el trabajo grupal", insistió hace una semana Diego Simeone.
"A mejor trabajo colectivo en muchos encuentros se vieron las características individuales de talento que tienen nuestros jugadores", continuó el entrenador argentino, cuyo equipo ha jugado a una intensidad altísima cada partido, con la prioridad de los espacios y la posición por encima de la posesión y con múltiples recursos y puntos claves tanto en defensa como en ataque.
Ha sido el equipo menos goleado del torneo, con 26 goles en contra como lo fue el Valencia en 2003-04, con 27. La firmeza defensiva del Atlético ha sido inalterable, con 20 encuentros sin recibir ni un solo tanto en contra, y con una sensación en muchas ocasiones de ser un conjunto tan compacto como inabordable.
Una defensa de todo el equipo, desde el delantero hasta el portero, con Thibaut Courtois como el guardameta menos goleado por segundo año seguido, con una situación milimétrica sobre el terreno de juego, con las líneas muy juntas, con una presión asfixiante para muchos de sus contrarios y con mucha fiabilidad en su retaguardia.
A la defensa sumó el contragolpe, con Diego Costa como un hombre con infinitas posibilidades individuales y colectivas para el equipo, siempre lanzado por su carrera, por sus desmarques y por su potencia. Ha marcado 27 goles este curso de Liga. Trece ha aportado David Villa, nueve Raúl García... En conjunto han firmado 77 tantos.
Diecisiete han sido de estrategia a balón parado, ocho para abrir el marcador. Es una variable que maneja a la perfección, con soltura y con gran efectividad, porque tiene precisos lanzadores, como Koke, Gabi o el argentino José Sosa, y estupendos rematadores, como Godín, Miranda, Raúl García, Diego Costa o Villa.
Muchas virtudes y pocos defectos para un equipo que, partido a partido, completó este sábado otro desafío, uno más desde que el argentino Diego Simeone asumió el cargo allá por el mes de diciembre de 2011, con un título de campeón de otra década en la Liga, como una alternativa muy real al dominio de Real Madrid y Barça.