Comidos de casa y dosificando las visitas a la barra de las casetas. Así parece que ha sido la rutina de muchos jerezanos este año en la Feria del Caballo que hoy domingo se despide, a juzgar por el balance que hacen desde las dos asociaciones de caseteros, donde coinciden en que esta edición ha sido más “floja” que la anterior, ya que en ocasiones incluso la mañana y el mediodía ha sido “nulo” ante la falta de público. Demasiadas mesas y sillas libres incluso el Día de la Mujer del Miércoles de Feria, una jornada donde tradicionalmente incluso era conveniente reservar mesa o había que dar alguna que otra vuelta para encontrar hueco. ¿Qué ha pasado?Muchas de las quejas de los clientes han tenido que ver, un año más, con los precios abusivos que se han visto en alguna que otra carta, donde una cuenta de 30 ó 40 euros apenas daba para varios serranitos y una jarra de rebujito (de 10 euros en adelante). Nada de manjares.
Cierto es que la feria nunca ha sido barata, pero en esta última edición había que currárselo y supervisar alguna que otra carta antes que decidir pillar mesa, y eso que mesa había y de sobra. A diferencia de lo que había ocurrido estos últimos años, las ofertas y los precios especiales por la crisis -el pasado año los caseteros llegaron a hacer un pacto con el Ayuntamiento- han brillado por su ausencia, y salta a la vista que el contexto económico sigue siendo complicado y mucho.
La consecuencia más evidente a excepción de las jornadas del viernes y el sábado en las que se ha visto más presencia de público de manera continuada en el Real, el resto de la semana se ha caracterizado en este sentido por la irregularidad, dándose muchos momentos del día con demasiados claros, algo que por otro lado muchos jerezanos ven lógico teniendo en cuenta las cifras actuales del paro. Oscar Real, portavoz de la Asociación de Casetas de Jerez, colectivo que representa al 60% de las casetas, es tajante en este sentido, y admite que lo de los precios este año se ha ido de las manos, sobre todo si se tiene en cuenta la situación económica. “Esperemos que para el año que viene se consensúen precios a la baja porque ya muchos han podido comprobar de primera mano que no pueden hacer el agosto en la semana de Feria subiéndolos”, señaló.
En la Asociación de Caseteros también se inclinan hacia un balance pesimista en comparación al pasado año, pese a las expectativas que habían depositado en esta edición. “Creíamos que este año la cosa iba a ir a mejor, porque supuestamente si ya ha pasado lo peor de la crisis, tendría que notarse, pero no ha sido así y la Feria durante las noches ha estado muy vacía, un detalle que han notado hasta los propios policías a la hora de tener que ir haciendo los cierres a partir de las cuatro o las cinco de la mañana”, señalan desde este colectivo.
Dosificar las visitas a la Feria y a la barra
La coletilla de la crisis se niega a irse de los eventos en Jerez y en la Feria se ha notado especialmente esta realidad, pese a que muchos se pensaban que con el regreso del domingo y con él un día más de la fiesta grande por excelencia y de los fuegos artificiales -por cierto bastante discretos- el balance iba a ser más positivo que el pasado año. A juzgar por las primeras valoraciones de los caseteros, parece que esto no será así y que el presupuesto de los jerezanos ha estado más corto que de costumbre así como las visitas al Real, más contadas, al igual que a la barra de las casetas.