Magistral. Soberbia. Inmejorable. Pocos son los calificativos que el aficionado sevillista pudiera dar uso para definir lo que ha sido una temporada imborrable en la historia de los nervionenses.
El colofón del tercer entorchado europeo alzado el pasado miércoles en Turín supera todo tipo de adjetivos para un equipo diseñado el pasado verano en el entorno de un proyecto de tres años. Nadie, ni el mismísimo Monchi, imaginaba que estos hombres pudieran lograr tal hazaña y mucho menos una afición que allá por enero sólo pensaba en el entrenador que llegaría en este próximo mercado estival para suplir a un muy discutido Unai Emery.
Pero ahora el rumbo de la tripulación es otro. Los mimbres parecen bien fijados con un plantel del que no se espera una espantada, aunque irremediablemente alguno que otro tomará la puerta de salida para buscar el éxito futbolístico en clubes de postín, como pudiera ser el caso de Rakitic aunque habrá que esperar acontecimientos.
Pero no sólo Europa ha sido el bastión de un año apoteósico. En el campeonato liguero, los rojiblancos han vuelto a las andadas y han concluido el campeonato como en sus mejores años. Obteniendo 63 puntos, guarismo que no alcanzaba desde la temporada 2009/2010, entonces con Manolo Jiménez en el banquillo, cesado posteriormente en favor de Antonio Alvárez con el que el Sevilla alcanzó la cúspide con el recordado gol de Rodri en Almería que dio la Champions y con la segunda Copa del Rey del siglo XXI.
63 puntos que en otras circunstancias bien hubieran dado un billete para disputar la próxima campaña la máxima competición continental. Y es que, exceptuando la Real Sociedad el pasado ejercicio (66 puntos), ni Málaga (58), ni Villarreal (62), ni el propio Sevilla de Jiménez (63) superaron en esta década las cifras que han alcanzado los hombres de Unai Emery.
La quinta marca del siglo
Los 63 puntos logrados reflejan el éxito de una temporada que ha superado a otra muchas ejecutadas por el Sevilla en el actual siglo XXI. Es más, sólo en cuatro ocasiones registró mejores números que los de este año: 2007 (71), 2009 (70), 2006 (68) y 2008 (64). Motivos suficientes como para que el sevillismo vuelva de nuevo a soñar.
