Representantes del sector de Sanidad del sindicato CSIF han entregado por registro en la Delegación provincial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía un escrito reivindicativo como acto de rechazo a los continuos recortes en personal y la precariedad laboral en el sector. Con esta iniciativa, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios quiere “que no se quede en el olvido las numerosas dificultades a las que se enfrentan los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) como consecuencia de la reducción de la inversión en la sanidad pública”.
“Lejos de amortiguarse, los problemas se agravan cada día ante la política de recortes en personal de la Administración que tiene prácticamente paralizadas las contrataciones y, lo poco que se aprueba, se hace al 75% de jornada y sueldo; algo a todas luces insuficiente ante la creciente demanda sanitaria de los usuarios”, explica César Cercadillo, responsable provincial de Sanidad de CSIF.
Esta reducción en los contratos -ha asegurado- “está colapsando las consultas, las agendas de los especialistas y las listas de espera en las que la demora puede pasar de un par de meses hasta más de un año en determinados casos”. Estas repercusiones en la calidad asistencial al usuario son consecuencia directa de la precariedad laboral del personal que está sobresaturado, se ve obligado a doblar turnos y además tiene que ajustarse a una nueva jornada laboral.
En este sentido, CSIF abandera el rechazo a la aplicación del SAS de la jornada de trabajo de 37,5 horas semanales. En concreto, la Central Sindical denuncia que la implantación de esta medida vulnera lo establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ya que está suponiendo, en la práctica, la realización de jornadas con una duración máxima superior a la recomendable, llegando a las 12 horas ininterrumpidas. La Administración -explica CSIF- no ha tenido en cuenta la salud y la edad de los trabajadores o las condiciones de trabajo (exigencias en el plano físico y mental, diversidad de las labores y exposición a productos tóxicos). Por ello, plantea la necesidad de asegurar “que la nueva jornada no pone en peligro la seguridad y la salud de las plantillas y, por ende, de los usuarios”.
Además, tal y como advierte César Cercadillo, la forma de implantar las 37,5 horas semanales ha supuesto una importante pérdida de puestos de trabajo ya que los turnos de tarde que ahora realizan los trabajadores en prolongación de jornada (para cumplir con el horario) eran cubiertos anteriormente por otros compañeros. Por ello, la Central Sindical siempre ha defendido que la única manera de no prescindir de personal es aumentar la jornada en media hora diaria -o en el tiempo que corresponda- según el turno de trabajo.
La entrega del escrito en la Delegación provincial de Salud inicia, así, una nueva etapa de la campaña reivindicativa que desde principios de año viene desarrollando el sector de Sanidad de CSIF; comenzó con la denuncia de la precariedad laboral, continúa con el rechazo a la aplicación de las 37,5 horas semanales y tendrá como próxima fase la reivindicación de la recuperación de los derechos laborales perdidos.