Agentes de la Policía Nacional han detenido en Toledo a un empleado de Correos a quien se le imputan 12 delitos de estafa y otros tantos de descubrimiento y revelación de secretos por apoderarse de cartas que contenían tarjetas de crédito con números de identificación personal para realizar extracciones en efectivo con las que llegó a hacerse con al menos 10.000 euros en los últimos cinco años.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de mayo a raíz de una denuncia interpuesta en la Comisaría de Toledo, en la que el perjudicado informaba de diversos cargos fraudulentos en su cuenta bancaria, tal y como ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
Las primeras gestiones de los agentes permitieron averiguar que todos estos movimientos se correspondían con reintegros en efectivo en cajeros de la capital, habiéndose utilizado una tarjeta que el denunciante jamás había tenido en su poder.
DETENIDO IN FRAGANTI
Tras varias pesquisas, se pudo obtener una imagen del presunto autor de los hechos en una entidad bancaria, pese a las medidas adoptadas por el autor para dificultar que se pudiera apreciar su cara.
Una vez conocido el rostro, se realizaron gestiones para determinar su identidad y paradero. Finalmente, los investigadores lo identificaron y fue arrestado cuando trataba de efectuar un nuevo reintegro fraudulento en un dispensador de efectivo de Toledo.
Además, se encontraba en ese momento en su turno de reparto postal y tenía en su poder otras tres tarjetas sustraídas, en cuyo anverso había anotado el PIN de cada una de ellas.
FORMA DE ACTUAR
El detenido usaba siempre el mismo modus operandi, cuya primera etapa consistía en sustraer cartas remitidas por determinadas entidades bancarias que contenían tarjetas de crédito activadas por defecto.
Días después controlaba la correspondencia en reparto y cuando recibía una nueva carta dirigida a la misma persona, que en este caso contenía la clave personal de la tarjeta sustraída, también se apoderaba de ella.
Una vez en su poder la tarjeta y el número secreto de identificación, el arrestado se desplazaba hasta una sucursal bancaria y realizaba reintegros en efectivo en los cajeros.
Las gestiones practicadas por los investigadores han conducido al esclarecimiento de un total de 12 hechos que, presuntamente, habrían sido cometidos por el detenido durante los últimos cinco años, y que le habrían reportado un rendimiento económico de al menos 10.000 euros en efectivo, no descartándose que esta cantidad pudiera incluso verse triplicada.