Era la época en la que los españoles pasaban de la alpargata al seiscientos; abandonaban sus casas de vecinos para irse a vivir a los pisos de los nuevos barrios que nacían en los entonces extrarradios de los pueblos y ciudades; se compraban sus primeros televisores, aquellos de la cadena única y en blanco y negro; dejaban de comprar hielo para ir a la tienda de electrodomésticos a firmar letras para hacerse con una nevera (hoy frigorífico); aún se consumía sifón y en las calles de Jerez nacía una nueva juventud al tiempo que la industria del vino abastecía de puestos de trabajo a buena parte de los jerezanos. Y entre aquella juventud con ansias de hacer cosas nuevas, en la época en la que los sábados se llenaban de música y amistad, amores escondidos e ilusiones de un futuro mejor en los guateques de combinados y tocadiscos, estaban unos jóvenes estudiantes, aún en aquel bachiller de seis cursos y dos reválidas antes de acceder al Preuniversitario, como Pepe Arcas, José Ramón de la Hera, Carlos Sanz y Pepe Collado que eran amantes de la música y decidieron formar un grupo al que pusieron por nombre los Ever Play, llevados quizá por las tendencias musicales de la época que marcaban The Beatles, de los que los cuatro eran auténticos fans.
La banda de rock and roll Los Ever Play tomó forma en 1965 y estaba formada por José Arcas (batería y vocalista), José Ramón de la Hera (guitarra, harmónica y coros), Carlos Sanz (bajo) y Pepe Collado (guitarra solista). Ese mismo año fueron examinados en Sevilla, en el Sindicato del Espectáculo para obtener el Carnet de Artista.
Su debut fue en marzo de ese año - el mismo año que en Jerez un nuevo alcalde, Miguel Primo de Rivera y Urquijo, cambiaba las formas y maneras de mandar en los ayuntamiento de aquel entonces- en el salón de actos del colegio de los Marianistas, en un festival de música. Su fama trascendió las fronteras de aquel Jerez conservador y tradicional y sus actuaciones se prodigaron en locales de toda la provincia y de Sevilla, tanto en festivales, como en colegios o en recintos privados como en el Club Náutico, discoteca El Oasis o Hotel Caballo Blanco del Puerto de Santa María, Club La Cabaña -entonces muy importante para la juventud local- Hotel Los Cisnes -en pleno corazón de Jerez en la calle Larga- Parrilla Los Caracoles, Restaurante Cuatro Caminos -el comienzo empresarial de los hermanos Alfonso y Antonio Rodríguez al comienzo de La Alcubilla- , el gaditano Teatro Falla, Piscinas Municipales, Piper Club de Cádiz o incluso en territorio estadounidense, en el Club de Oficiales y Gimnasio de la Base Naval de Rota. Todos los veranos hacían una pequeña gira por salas de la Costa del Sol, donde coincidieron con muchos artistas y grupos internacionales. El grupo se disolvió el 19 de Noviembre de 1967, con una fiesta despedida, porque sus miembros abandonaban Jerez para asistir a la universidad, lo que les impidió esa continuidad necesaria tanto para ensayar como para actuar.
la influencia de los beatles
Las influencias musicales de Ever Play están el rock and roll inglés y norteamericano de principio de los años 60 y la música romántica francesa e italiana de esa década con la que se podía “bailar lento”, es decir agarrados en una etapa de especial puritanismo en aquella España que seguía dirigiendo con mano de hierro Francisco Franco y que salía de celebrar lo que el gobierno dictatorial de entonces había dado en llamar “25 años de paz”.
Es innegable la influencia de los Beatles en la formación “ye-yé” jerezana, banda a la que siguieron los pasos hasta Liverpool en varias ocasiones. Tal es la pasión que los cuatro componentes tenían por el grupo inglés que a mediados de los años 90 organizaron programas maratón de radio como “12 Horas Beatles” en homenaje a la muerte de John Lennon, lo que continuó con un programa de radio semanal en varias emisoras como Onda Cero y SER Jerez, o un monográfico sobre este grupo en Onda Jerez TV.
Además, como expertos beatelmanos han sido entrevistados en multitud de medios nacionales e internacionales y es constante su presencia en fórums y programas sobre el tema. Y por casualidad, en un paseo furtivo por una bodega, fueron los responsables de localizar dos botas de vino firmadas por The Beatles,( Paul Mccartney y Ringo Star), durante su estancia en Madrid.
DE ever play a cocodrilo
Los Ever Play desaparecieron, pero no la pasión de Pepe, José Ramón o Carlos por la música. Ya asentados cada uno en sus puestos profesionales renació la formación, aunque con nuevo nombre, Club Cocodrilo, y con Pepe Silva (teclados y travesera) sustituyendo a Pepe Collado. El debut fue en el Casino Bahía de Cádiz el 16 de julio de 1994. Allí tocaron durante tres años seguidos su amplio repertorio de canciones en inglés, español, francés e italiano.
El grupo ha grabado dos discos de estudio, el primero, “Por fin” con canciones románticas y mucho rock and roll que fue presentado en el Hotel Jerez, el 24 de abril de 1998. El segundo toma su título “Hasta luego” de una canción de Bill Halley and the Comets, banda de la que son muy aficionados y que se presentó en el auditorio de la Caja de Ahorros San Fernando en Jerez, el 24 de junio de 2010.
Las temporadas de verano las han pasado tocando en el Hotel Doñana de Sanlúcar, Hotel Caballo Blanco, Casino Bahía de Cádiz, Club El Buzo y Hacienda Las Beatillas del Puerto, destacando también sus directos en la discoteca Only Night, que estaba en la calle Ancha, donde antes se ubicaba el Cine Riba, Bodegas González Byass, Baluarte de los Mártires en Cádiz, Pub El Convento del Puerto, la discoteca Oxi, Hotel Montecastillo, Club de Tenis, Cortijo de Vicos, o las animadas fiestas de San Valentín que se han hecho varios años en el Hotel Jerez, amén de la actuación en un programa de televisión de Canal Sur RTV, así como el recital en el Salón de la Salle grabado a multicámara para la realización de un DVD. En la actualidad el bajista Carlos Sanz ha dejado su puesto a otro “carlos”, Carlos de la Hera.
Por cierto que el nombre de Cocodrilo tiene su pequeña anécdota, como en alguna que otra oportunidad, ha referido Pepe Arcas. “El nombre viene de “cuando el padre Carlos-Carlos González García-Mier, que fuese párroco de San Marcos- nos cedió el ático de su casa y lo transformamos en un club con tocadiscos y barra. La condición para entrar era llevar puesto el jersey del 'cocodrilo'. Tanto es así que había gente que esperaba en la escalera y cuando uno se iba se cambiaban de jersey. Así que cuando creamos el nuevo grupo le pusimos 'Cocodrilo' como recuerdo a esos momentos”.
Momentos inolvidables los vividos por estos músicos amateur que hacen que sus familias están encantadas de lo que hacen e incluso sus hijos se enorgullecen delante de sus amigos y amigas de que sus padres sigan tocando rock and roll, ahora en color. El rock and roll de aquella España en blanco y negro de los años 60 se ha transformado en un rock and roll en color, aunque los miembros de aquel mítico Ever Play, luego renacido como el Club Cocodrilo ya no lucen melenas al viento y sí luzcan canas. Lo que permanece intacta es la amistad y el amor a la música.
Una filosofía de vida
“Es nuestra filosofía de vida”. Así han definido en alguna que otra ocasión los miembros del Club Cocodrilo la forma de ver su grupo de música de de vivir una amistad que perdura en los años, ya que desde la creación inicial del grupo han pasado prácticamente cincuenta años. Se cumplirán el próximo 2015. Obviamente ninguno de sus componentes vive o ha vivido de la música. Tienen sus profesiones y la música es su pasión”. Una pasión que le ha hecho ser consecuente con lo que fueron y lo que son, con lo que el repertorio de sus conciertos abarque “casi en exclusividad la música de los años 60 y 70, cuando nacimos. Muchas baladas y sobre todo mucho rock”. Disfrutan de lo que hacen y como lo hacen y siempre bajo una premisa principal que “es el directo”. Cincuenta años cantando en directo, con esos fallos que lógicamente tiene hacerlo a viva voz, pero con esa frescura que da enfrentarte cara a cara al público sin tapujos, sin música enlatada, dando la cara en directo y por derecho. Así siguen y así seguirán llamando la atención y haciendo lo que les gusta, aparte de sus trabajos. Hace unos cuatro años la revista Ling, de la compañía aérea Vueling, se hizo eco de sus andanzas musicales y amistosas y les dedicó un reportaje, que hizo que el nombre del Club Cocodrilo traspasase las fronteras no de Jerez, no de la provincia, no de Andalucía, sino del mundo entero. Un mundo musical que les lleva a reunirse prácticamente cada fin de semana, a evadirse de la rutina diaria, a encontrar esa vitalidad que tuvieron y que siguen teniendo. Y como recuerdo ese anuncio en La Voz del Sur. “Cuatro Caminos. Hoy Los Ever Playa. Amenizarán el aperitivo-baile de ocho a doce”. Tiempos pasados. Tiempos presentes.
En el Festival Monkey
El Club Cocodrilo ha sido noticia esta semana por su participación el pasado jueves en el Monkey Week, que con anterioridad se presentó en las instalaciones del Casino Jerezano. La cita, denominada por los propios organizadores como Monkeys de ayer y de hoy, se celebró en El Puerto de Santa Maria en pasado jueves a las 20 horas en las Bodegas San Jose. El concierto contó con la aportación de varios grupos de los años 60, tanto del Puerto como de Jerez y Cádiz, y tal como rezaba en su título, era un homenaje de los Monkeys de aquellos años 60, a los de hoy. Los grupos que actuaron son Los Radars, Simbronis y Starfis de El Puerto, Club Cocodrilo de Jerez, y uno de los fundadores de los Simún, todo un referente de la música que se tocaba en Cádiz en los años 60. A estos grupos que se definen como los Monkeys de ayer, se les unieron las bandas Hola Soy Taylor y Los Jaguares de la Bahía, en representación de los Monkeys de Hoy.
José Arcas, cantante y batería del Club Cocodrilo, apuntaba que esta idea nació para “homenajear a los creadores del festival de música Monkey Week que tiene lugar en El Puerto. Con ello hemos querido hacer un reconocimiento a los que hacen esta labor y apuestan por El Puerto”. Nicolás Terry, organizador del festival homenaje, insistió que “con este reconocimiento del grupo, se ha hecho justicia para la gente que hace la labor por El Puerto”.
Recordar que el festival Monkey Week en los seis años de existencia, se ha consolidado como uno de los mas importantes de música alternativa y todo un referente de cuantos se organizan en el país. Su celebración a lo largo de la semana supone una fuente de ingresos muy importante para la ciudad portuense, lo que habla bien a las claras de la importancia que tiene y del tirón que en los años 60 tenían los Ever Playa y el tirón que el Club Cocodrilo sigue teniendo cincuenta años después. De ahí la invitación especialísima y esa actuación en directo que tuvieron el pasado jueves en la población portuense, en el arranque de un verano donde la música será una constante en la vida de estos artistas amateur jerezanos.