La ausencia de calor que ha caracterizado al mes de julio está favoreciendo una óptima maduración de la uva, hasta el punto de que es probable que las tareas de recogida se adelanten a los plazos que se habían previsto inicialmente, que estimaban que la vendimia comenzaría entre el 18 y el 25 de agosto.
Según Francisco Guerrero, de Asevi-Asaja, en algunos casos se está incluso barajando la posibilidad de iniciar las labores de recogida de la uva al lunes 11 de agosto, si bien no estaríamos en ningún caso ante una generalización en sí de la vendimia. Eso no significa que en determinadas viñas no hayan comenzado ya tareas propias de la vendimia, si bien la uva que se está recogiendo no se destina a la elaboración de vinos amparados por las denominaciones de origen del Marco de Jerez.
Por regla general, la uva presenta muy buen aspecto desde el punto de vista sanitario, no habiendo incidido sustancialmente la presencia del oidio detectada semanas atrás, un hongo -conocido vulgarmente como cenizo o arenilla-, que podría haber provocado la rotura del grano.
En todo caso, las próximas van a ser semanas clave de cara a preservar la integridad de la uva, una tarea en la que se esmeran especialmente los viticultores de cara a garantizar la calidad de sus cosechas. Debe tenerse en cuenta que cualquier incidencia meteorológica puede afectar a la uva una vez que se encuentra prácticamente lista para ser vendimiada, de ahí la importancia de estas próximas semanas.
Se mantiene la previsión a la baja
Desde Asevi-Asaja se mantiene la previsión a la baja de la cosecha en comparación con la del pasado ejercicio. En concreto, Francisco Guerrero estima que la merma rondará “el 30 ó 40 por ciento”, aunque siempre partiendo de la base de que la cosecha de 2013 había sido excepcional. Así, el año pasado se alcanzaron los 80 millones de kilos de uva, cuando las campañas anteriores se habían cerrado con producciones más moderadas, de 64 y 44 millones de kilos. Este año la cosecha rondará los 50 millones de kilogramos.