Las mujeres de la provincia cada vez se convierten en madres a una edad más tardía. Así se pone de manifiesto en el último informe publicado por el Instituto Andaluz de Estadística, de donde se desprende que el 68% de las féminas tienen su primer hijo en edades comprendidas entre los 30 y los 44 años.
El año pasado nacieron en la provincia 11.834 niños. De ellos, cuatro vinieron al mundo por mujeres menores de 15 años, 334 por progenitoras en edades comprendidas entre los 15 y los 19 años, 1.019 entre 20 a 24, mientras que 2.473 fueron hijos de madres de entre 25 y 29 años, 4.256 de 30 y 34, a los que hay sumar los 3.019 de entre 35 y 39, los 608 de entre 40 y 44 y los 18 de 45 a 49.
De ellos, el 56% fueron hijos de madres casadas, y el 44% restante de no casadas. Las extranjeras aportaron al cómputo global 714 retoños, frente a los 11.120 que tuvieron las españolas.
Por otro lado, la natalidad no ha parado de bajar desde que comenzó la crisis. Según los datos del Instituto Andaluz de Estadística en 2008 se produjeron 14.510 alumbramientos en la provincia, frente a los 11.834 del año pasado. En cambio, la mortalidad ha ido creciendo (8.909 defunciones en 2008, frente a las 9.384 del año pasado). Las cifras arrojan por tanto un crecimiento vegativo negativo.
Tal y como adelantó este periódico la pasada semana, el número de enlaces matrimonios también ha ido disminuyendo y dentro de ellos cada vez cobran más fuerza las bodas civiles.
Generación sandwich
Es como se les llama a las nuevas familias que han tenido hijos a una edad tardía y que a los 60 años tiene a su cargo a jóvenes que aún están estudiando y a abuelos a los que hay que cuidar.
