Las organizaciones de empresarios y los sindicatos CCOO y UGT han firmado este jueves el Convenio Provincial de Hostelería, lo que supone "estabilidad a un sector tan importante para la economía malagueña", según han resaltado desde la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM).
Tal y como han recordado, este convenio afectará a los alrededor de 70.000 trabajadores directos que tiene el sector en la provincia. Además, el acuerdo tiene una vigencia de cuatro años, según se aprobó en el preacuerdo alcanzado a mediados de julio.
El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), José Carlos Escribano, ha asegurado, a través de un comunicado, que este convenio "se adapta al dinamismo de la industria turística, dotándolo de la flexibilidad necesaria para su desarrollo".
Por su parte, la secretaria general de SMC-UGT Málaga, Mónica Palomo, ha resaltado que se trata de un acuerdo "equilibrado, económicamente razonable, no exento de importantes mejoras y que limita claramente los efectos de la reforma laboral".
"Ha sido una negociación larga, tediosa, con momentos de tensión, pero lo importante es que, al final, ha imperado el sentido común", ha apostillado, a lo que se le ha unido la secretaria provincial de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO, Lola Villalba, quien se ha mostrado satisfecha por un convenio en el que "se ven reflejadas las mejores condiciones de los trabajadores".
ACUERDOS
El convenio incluye una subida salarial del 4,5 por ciento en cuatro años, al igual que lo acordado en las Islas Baleares y por encima del 2,5 por ciento planteado inicialmente por la patronal.
En este sentido, se concreta en un 0,75 por ciento este año, un uno por ciento el próximo ejercicio; un 1,25 por ciento en 2016, y un 1,5 por ciento en 2017. Esta firma también contempla la subida salarial progresiva de grupo para los ayudantes de camarero, ayudantes de cocina y recepción.
Así, lo acordado da estabilidad a este sector para los próximos cuatro años. Su vigencia es desde el 1 de enero de este año y hasta el 31 de diciembre de 2017, fijándose una jornada laboral de 1.800 horas con 40 horas semanales y dos días ininterrumpidos de descanso.
Esto se traduce, han explicado, en ocho horas excepto en junio, julio, agosto y septiembre, que habrá un máximo de nueve horas, algo que el empleado deberá conocer con un mínimo de cinco días de antelación.
La compensación por esto, han explicado, se hará efectiva en el último trimestre del año, siendo el propio empleado el que decide si lo acumula o no a sus días de descanso. De esta jornada irregular, han aclarado, se excluye a los departamentos de limpieza, pisos y 'office', y únicamente se podrá aplicar a los indefinidos y a los fijos discontinuos a jornada completa.
También han destacado que se han logrado 10 horas de ausencia "justificada" para cuestiones médicas o que afecten a familiares menores de 18 años o mayores de 65 y la homologación de las parejas de hecho a los matrimonios, incluido en casos de viudedad; mientras que el apartado de lactancia se atiende a lo regulado en el Estatuto de Trabajadores, con 28 días de máximo.
