La Unión Europea pondrá en órbita este jueves desde el centro espacial europeo cerca de Kourou, en la Guayana Francesa, otros dos satélites del sistema de navegación Galileo y que permitirán inaugurar la capacidad operativa del mismo, con un total de seis satélites.
"El lanzamiento de estos dos satélites inicia la fase de capacidad operativa plena de Galileo. Da un nuevo impulso al programa Galileo", ha confirmado el comisario de Industria y Empresa, Ferdinando Nelli Feroci.
El Ejecutivo comunitario espera que Galileo esté plenamente operativo antes de 2020, con una constelación de 30 satélites, incluidos seis de repuesto activos en órbita. La UE destinará 7.000 millones de euros de aquí hasta 2020 para costear el sistema.
Una vez que esté plenamente operativo, Galileo ofrecerá un Servicio Abierto de acceso gratuito para el posicionamiento, navegación y temporalización utilizando la señal de doble frecuencia del sistema, un Servicio Público Regulado encriptado y con aplicaciones más avanzadas adicionales, fundamentalmente dirigido para operaciones del sector público, servicios comerciales de pago previo, un Servicio de Búsqueda y Rescate que asistirá en la localización de personas, barcos y aviones en peligro y un abanico de servicios dirigidos al control de la seguridad, por ejemplo de sistemas de transporte.
Los servicios iniciales de Galileo estarán disponibles antes de que alcance su plena capacidad operativa. Desde 2015, Galileo comenzará a ofrecer las primeras versiones de sus servicios, que incluirán una versión temprana del Servicio Abierto, incluido para teléfonos inteligentes y navegación por satélite en el coche, contribuirá al servicio COSPAS-SARSAT, la herramienta internacional para localizar a gente en peligro y la versión piloto del Servicio Público Regulado, que fue lanzado en agosto de 2013 y está siendo actualmente probado por siete Estados miembro.
SERVICIOS COMERCIALES, DESDE 2016
Se espera que los primeros servicios comerciales de Galileo comiencen en 2016 y cuyas demostraciones se han lanzado este verano.
Las señales de Galileo permitirán a los usuarios conocer su posicionamiento exacto en el tiempo y en el espacio, con una precisión y una fiabilidad mayores que con los sistemas existentes en la actualidad. Galileo será compatible con sistemas similares existentes e interoperable aunque autónomo en el caso de algunos de sus servicios.
El Ejecutivo comunitario confía sobre todo en las aplicaciones "de un enorme potencial económico" del sistema, dado que permitirá promover nuevos productos y servicios y contribuir así al objetivo de crecimiento y empleo en Europa.
El mercado mundial anual de productos y servicios globales de navegación por satélite se elevó en 2013 a unos 175.000 millones de euros y se espera que generen hasta 237.000 millones de euros en 2020.
Los dos satélites que se lanzan este jueves a las 14.31 hora central europea -Doresa y Milena-- son los primeros de un nuevo grupo que son propiedad en exclusiva de la UE y mejorarán de forma gradual la disponibilidad y la cobertura de la señal de Galileo y avanzar en su plena operatividad.
Desde 2011, se han lanzado cuatro satélites Galileo, que se han utilizado en la fase de validación en órbita y permitieron que en marzo de 2013 se calculara la posición por primera vez de forma autónoma únicamente sobre la base de señales de Galileo.
LANZADERA EUROPEA, DESDE 2015
Se espera lanzar dos satélites adicionales antes de finales de año, aunque el comisario ha subrayado que "a partir de 2015, la UE podrá utilizar "Ariane 5", un sistema de lanzamiento de construcción europea, gracias a un nuevo contrato por valor de 500 millones de euros para la industria espacial de la UE" y que permitiría lanzar cuatro en lugar de dos satélites en cualquier momento. "Usaremos Soyuz en esta ocasión como hemos hecho en el pasado", ha confirmado el portavoz comunitario, Michael Jennings.
El Servicio Europeo de Navegación por Complemento Geoestacionario (EGNOS), servicio complementario de Galileo y operativo desde 2011, ya se está aprovechando por ejemplo en el sector de la aviación para mejorar la precisión y fiabilidad de señales de sistemas existentes y lograr aterrizajes más precisos, menos retrasos y desviar rutas de forma más eficiente.