Unos cuatrocientos delegados de todo el mundo asistirán entre los próximos días 27 y 29 en Sevilla al XX Congreso de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), en el que se renovará su máximo organismo de decisión, el Central Board, así como los cargos de presidente y vicepresidente.
Este congreso servirá como preludio a los partidos del Mundial que acogerá Sevilla entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre, cuando se convertirá en la sede del grupo en el que competirán las selecciones de Argentina, Croacia, Grecia, Filipinas, Puerto Rico y Senegal.
Los delegados elegirán a los sucesores del francés Yvan Mainini, presidente de la FIBA desde 2010, y del argentino Horacio Muratore, su vicepresidente y principal aspirante a la sucesión.
Además, los participantes ejecutarán el mandato del congreso extraordinario de la FIBA celebrado en marzo en Estambul en el que, entre otras cuestiones, se instaba a aumentar de 23 a 29 los miembros del Central Board, el "gobierno" de la institución al que pertenece José Luis Sáez, presidente de la federación española.
El día 28, el Ayuntamiento agasajará a los congresistas con una cena de gala en los Reales Alcázares al término de la cual se les ofrecerá un concierto de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
El viernes 29, las naciones aspirantes a organizar los próximos mundiales, el femenino de 2018 y el masculino de 2019, presentarán sus candidaturas, entre ellos España, que desea acoger el campeonato de mujeres.
