El Athletic Club de Bilbao no falló a su cita con la historia y volvió a la Liga de Campeones 16 años después, tras imponerse (3-1) este miércoles al Nápoles en el duelo de vuelta del 'play-off' celebrado en un nuevo San Mamés que estrenaba su versión ya cerrada y completada, un choque en el cual los locales perdonaron en la primera mitad y estuvieron cerca de pagarlo, pero terminaron celebrando un billete a la gloria.
Los de Ernesto Valverde aprendieron la lección después del duelo de ida en San Paolo. Allí el Nápoles hizo sufrir a los vascos, que aún así se llevaron un empate (1-1) valioso por el tanto a domicilio de Muniain. Volver a saborear las delicias de la máxima competición continental quedó claro que no sería fácil, y en la vuelta, a pesar de que alguna lección se vio sabida, hizo falta apelar a la épica y a la remontada.
El arranque de ambos equipos tuvo poco rigor y cuidado defensivo, comenzando ya muy abierto e intenso el encuentro. Aún así, los bilbaínos dominaron el duelo y se hicieron dueños del centro del campo, no con alardes pero llegando con varios efectivos a la portería rival. Hasta tres buenas ocasiones tuvieron los leones, pero el gol no llegó y el castigo nada más comenzar el segundo tiempo fue excesivo.
Hamsik aprovechaba un mal despeje de Balenziaga para silenciar San Mamés. La espera había sido larga y esta nueva generación del Athletic no estaba dispuesta a seguir esperando. Los de Valverde se fueron arriba y aprovecharon los descuidos y regalos de la defensa napolitana para ganarse con todo merecimiento un billete para el sorteo de la fase de grupos que se celebra este jueves.
SAN MAMÉS PUDO CON EL NÁPOLES.
Sin duda el Nápoles no fue el de la ida. Allí, a los seis minutos había perdonado tres goles. Sin embargo, en casa ajena reculó y cedió el protagonismo a su rival. El Athletic lo aceptó con mucho gusto, con Beñat y Rico haciendo funcionar a los suyos. Muniain moviéndose bien y Aduriz esperando la mínima. Aún así las mejores ocasiones fueron las de Gurpegui, de cabeza, y Laporte, que no acertó a rematar un pase de la muerte.
Los leones habían perdonado y las tablas de los de Benítez aparecieron nada más reanudarse el encuentro con el tanto de Hamsik. El Athletic se disponía entonces a apelar a la garra para remontar el duelo y volver así a la máxima competición continental 16 años después. El Nápoles se confió en exceso y los vascos fueron poco a poco rondando el gol. El primero de Aduriz sin embargo llegó en jugada ensayada.
En un saque de esquina, el delantero de los de Valverde aparecía solo en el segundo palo para controlar, bajar el balón y batir a Rafael. Era el comienzo de la explosión local, ya que ocho minutos después, Aduriz aprovechaba otro descuido visitante, en una salida corta del meta brasileño y un no despeje de Albiol, para desatar la euforia. La asistencia fue de Unai Lopez, otro producto de Lezama que vio la luz precisamente este simbólico día. La tostada de los de Benítez aún dejó el tercero local, obra de Ibai.
Con épica y remontada, el Athletic estrenó su nuevo campo ya completo con una victoria que les devuelve a la 'Champions' por segunda vez en su historia. Dieciséis años después de aquella fase de grupos de la temporada 1998/99, el conjunto vasco presenta su estilo e historia ante los mejores clubes del mundo.