Aunque Manuel Pertegaz fue el primer modisto español que conquistó la Quinta Avenida de Nueva York y vistió a celebridades y actrices americanas, las generaciones más jóvenes le recuerdan hoy por haber diseñado el traje de novia de la Reina Letizia
"Soy un pizca en el mundo de la moda. He sabido hacer un poco de moda y me gusta mucho el arte", decía Manuel Pertegaz. Sin embargo, este diseñador ha sido uno de los grandes creadores de alta costura. Ahora, en la historia de la moda española su nombre se escribe junto a Balenciaga y Pedro Rodríguez.
Creador favorito de la alta sociedad española, conquistó con su talento París y Nueva York e ideó patrones para la Reina Sofía y primeras damas como Jacqueline Kennedy, además de vestir a las actrices Marina Berenson, Audrey Hepburn o Ava Gadner. "Yo le cocino y el me cose", contaba la protagonista de "Forajidos" (1946)
Autodidacta, trabajador infatigable, humilde y exquisito en los detalles, Manuel Pertegaz, que siempre supo adaptarse a la personalidad y peculiaridades de cada mujer, su modelo perfecta se encarnaba en la actriz Audrey Hepburn, "una mujer cisne, esbelta, estilizada, elegante y etérea", decía.
Nacido en Olba (Teruel), en 1917, su primera prenda fue un abrigo de paño negro que confeccionó para su hermana, con quien comenzó a trabajar en una pequeña habitación de su casa de la calle Peñai.
Pero antes, tras descubrir su amor por la confección femenina, se empleó en una sastrería donde aprendió la técnica del patronaje.
Tras la Guerra Civil española, los hermanos Pertegaz se trasladaron al afamado Paseo de Gracia de Barcelona, desde donde vistieron a la burguesía catalana.
Corría el año 1948, cuando Pertegaz inaugura su primer salón en Madrid. Ese mismo año hace su primer viaje a París y entra en contacto con al alta costura de Dior y Balenciaga.
En 1954, Manuel Pertegaz empezó a ser conocido a nivel internacional cuando presentó sus colecciones en Nueva York, Boston, Atlanta y Filadelfia junto a Valentino, Pierre Cardin y Pierre Balmain.
Sus creaciones enamoraron a las damas americanas de la alta sociedad y a los expertos en moda, quieren decidieron otorgarle el "Oscar de la Costura" de la Universidad de Harvard.
Tres años después, de repente muere Christian Dior y la mítica casa piensa en Pertegaz como posible sucesor del gran maestro de la moda. "Cuando me le ofrecieron no dormía, rememoré mis comienzos, valoré lo que tenía y rechacé la oferta, no podía dejar a cien personas en la calle", explicó.
En 1960, este turolense de nacimiento y catalán de adopción, abandera la alta costura española y se consagra junto a Valentino y Pierre Cardin, con quienes asiste en México a la primera Gala de la Moda Europea.
La década de los sesenta fue su época gloriosa, de gran productividad y gran reconocimiento. Alrededor de quinientas personas trabajaban bajo el paraguas Pertegaz en Madrid y Barcelona, pero lamentablemente llegó la crisis de la alta costura y el diseñador no tuvo mas remedio que subastar el material de sus talleres.
En 1992 presentó su última colección. Desde ese momento, Pertegaz se refugio en su taller de alta costura haciendo trajes de novia y vestidos de fiesta especiales, exquisitos y únicos.
El encargo de confeccionar el vestido de novia de la entonces Princesa de Asturias y una exposición en el Museo Reina Sofía de Madrid, le rescataron del olvido en 2004.
Un rescate más mediático que real, ya que este tímido costurero no había dejado de trabajar desde que empezara como aprendiz, en esos días en su taller se acumulaban los pedidos.
La historia de la moda se ha encargado de tildar sus diseños de atemporales, pequeñas joyas gracias a que el creador supo armonizar su particular estilo clásico con las últimas tendencias de la moda.
El diseñador vivió por para su trabajó hasta bien cumplidos los noventa años. Comenzó haciendo prendas simples muy bien estructuradas y luego fue evolucionando hacia un estilo más personal y colorido.
Cuando se le preguntaba por los diseñadores españoles decía: "les deseo que tengan pasión y que esta la vuelquen haciendo lo que les gusta. Lo importante de la costura es hacerla y que luego se la pongan las mujeres".
Sobre la situación actual del diseño dijo que nunca establece comparaciones, aunque reconoció que la alta costura sufre una crisis debido a sus costes y a la situación social. "Hay una gran libertad en el vestir, se va como se quiere y nadie se asombra".
Entre los galardones recibidos a lo largo de su carrera destacan el Premio Nacional de Diseño de Moda "No sabía que existía este premio, pero es una buena noticia para la moda. Y la moda es muy necesaria porque anima el ánimo del que la contempla y del que la concibe".