El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha lamentado profundamente la muerte de cuatro 'cascos azules', originarios de Chad, que perecieron a causa de la explosión de una mina al paso de su vehículo en la zona norte del país africano.
Los fallecidos viajaban en un convoy de la Misión Integrada de Estabilización en Mali (MINUSMA), que salió de la ciudad de Kidal en dirección a Aguelhok. A consecuencia de la explosión hay otras quince personas heridas, seis de ellas en estado grave.
Ban ha condenado esta agresión, la última de una serie de ataques contra personal y contratistas de la ONU en esa región maliense, ocurridos durante la semana pasada, y ha advertido de que "no alterarán la determinación de la ONU de apoyar al pueblo de Mali en su búsqueda de la paz".
Según un comunicado emitido por la institución, esos ataques incluyeron fuego de mortero contra el campamento de la MINUSMA y un asalto a otra instalación de ese tipo con explosivos improvisados, que dejó heridos a nueve 'cascos azules' de Chad el pasado 29 de agosto.
Por último, el secretario general de la ONU ha ofrecido sus condolencias a los familiares de los fallecidos y ha deseado la pronta recuperación de los heridos.