La crisis económica, que entre otras cosas ha provocado cierres y fusiones de entidades bancarias y cajas de ahorro, ha propiciado que la ciudad cuente ahora con un número de sucursales similar al de 1997. Entonces, Jerez tenía 103 oficinas, mientras que ahora cuenta con 106. Hasta 2009, la cifra de sucursales fue incrementándose año tras año, hasta alcanzar las 135 sucursales. Por tanto, en apenas cuatro años se han cerrado 29 oficinas, lo que supone la pérdida de algo más del 21 por ciento de locales.
La situación no es exclusiva de Jerez. En el periodo comprendido entre 2008 y 2012 la cifra de sucursales españolas experimentó una merma del 17 por ciento, regresando igualmente a niveles de 1997. Andalucía fue la tercera comunidad autónoma en volumen de cierres, asistiendo a la pérdida de 1.092 oficinas, sólo por detrás de Cataluña (1.920) y Madrid (1.112).
En la provincia de Cádiz ha ocurrido algo similar, si bien en este caso el número actual de sucursales (663) en sensiblemente superior al de 1997 (623). Con todo, en el periodo comprendido entre 2009 y 2013 se cerraron 130 oficinas, el 16,39 por ciento.
Con independencia de la crisis del sector financiero, el desmantelamiento de sucursales responde también a la apuesta en favor de la banca electrónica, que amenaza con convertir a las ventanillas en meras reliquias del pasado. Por este motivo, se da por hecho que el número de sucursales va a seguir decreciendo en estos próximos años.
Este proceso se ha acelerado debido a la crisis económica y financiera, así como a la mayor implantación de los dispositivos móviles y a la rápida adaptación a los mismos de las nuevas generaciones, que en un amplio porcentaje apenas tiene ya un contacto directo con su banco.
De este modo, se estima que a corto o medio plazo las oficinas servirán únicamente para tramitar planes de pensiones o préstamos, unas operaciones que precisan de una atención personalizada.
El problema surge en los pequeños núcleos de población, que en ocasiones carecen ya de ese contacto directo. Sin ir más lejos, este pasado verano ya han existido quejas en alguna pedanía jerezana, que se quedaba sin servicio por las vacaciones.
