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Viernes 27/12/2024
 
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España

Mas: \"No hay choque de trenes, hay alejamiento\"

Durante su discurso en el Debate de Política General, ha sostenido que, para que hubiera un choque de trenes, habría que ir por la misma vía y en dirección contraria: \"Pero Cataluña y el Estado ya van por vías diferentes y en direcciones diferentes\"

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El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido este lunes de que no hay un 'choque de trenes' entre Cataluña y el resto de España, sino "un alejamiento de los trenes" porque ya van por vías diferentes.

Durante su discurso en el Debate de Política General, ha sostenido que, para que hubiera un choque de trenes, habría que ir por la misma vía y en dirección contraria: "Pero Cataluña y el Estado ya van por vías diferentes y en direcciones diferentes. En el fondo, no hay choque de trenes, hay alejamiento".

También ha apuntado que los partidos proconsulta son igual y directamente responsables de la consulta del 9 de noviembre, por lo que todos deben cuidar con delicadeza y formas suaves el consenso y la unidad --sobre todo la unidad política-- como si el consenso fuera "una figura de porcelana fina".

Así, ha reiterado su compromiso de consensuar las decisiones con los partidos, así como que, una vez aprobada y publicada la ley de consultas, convocará la consulta del 9 de noviembre en base a su contenido y al decreto de convocatoria.

NO ES UNA CONSULTA VINCULANTE

El presidente ha recalcado que si convoca la consulta es en cumplimiento del mandato del Parlament que se constituyó fruto de las elecciones catalanes de 2012, y que no responde así "a ninguna manía ni a la locura de unos pocos, y sí a la voluntad de muchos expresada donde tiene más valor: en las urnas".

Además, ha recordado que la consulta del 9 de noviembre no es jurídicamente vinculante porque su carácter es consultivo, aunque sí tendrá "consecuencias políticas, y no pequeñas".

"Pero las consecuencias son básicamente políticas, y la tarea de los buenos políticos es soldar la legitimidad con la legalidad", según Mas, que ha añadido que el resultado final de la consulta está en manos de los catalanes que puedan y quieran votar, dejando claro que cada voto vale lo mismo.

"LA PARTIDA HAY QUE JUGARLA"

"La partida hay que jugarla, y no tiene las cartas marcadas. Deciden las urnas; decide la gente", ha sentenciado, tras insistir que votar el 9N con garantías democráticas será bueno para la democracia, para Cataluña, y también para el resto de España y de Europa.

Para él, si España permite votar a los catalanes evidenciará que "entierra la vieja España para redescubrirse tal y como es realmente: plurinacional", y aparecerá como un país de alta calidad democrática, tolerante, capaz de escuchar y de resolver democráticamente lo que, a su juicio, es sobre todo un reto democrático.

"¿Cuántos españoles no querrían un Estado así? Auguro que en estas condiciones la negociación post-9N sería mucha más serena, constructiva y positiva", ha destacado.

"NO' A TODO"

Sin embargo, ha criticado que la única respuesta del Gobierno central a las demandas catalanas haya sido decir "no' a todo" --al Estatut, al pacto fiscal y a la consulta--, y que se les intente ignorar y silenciar cuando piden votar.

Tras reivindicar que durante años se ha colaborado con España, ha asegurado que la Cataluña actual "no se ha cansado de España como algunos dicen, se ha cansado del Estado español", y que por eso hay muchos catalanes que ya no lo ven ni lo sienten como suyo.

Esta desconexión de los catalanes --ha dicho-- se expresa cada vez más en forma de ilusión y no de enfado, y considera que así se ha visualizado en las manifestaciones multitudinarias de los últimos años.

Para el presidente, estas movilizaciones son la expresión más evidente de que España tiene "una grave crisis institucional", con acentos y motivos diversos.

Aunque Mas critica que la estrategia del Gobierno central pasa por negar todo y dar "miedo", ha reafirmado que la catalana es votar para saber el peso de las mayorías y las minorías, y dialogar siempre que haya alguien que quiera sentarse en la mesa y negociar los términos del 9N.

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