El Papa ha arremetido contra los instrumentalizan la religión y la usan como excusa para el terrorismo, en su discurso a las autoridades civiles y miembros del cuerpo diplomático en el Palacio presidencial de Tirana (Albania).
Francisco ha criticado a los que toman "la religión como pretexto para las propias acciones contrarias a la dignidad del hombre y sus derechos fundamentales" y ha pedido "que nadie piense que puede escudarse en Dios cuando proyecta y realiza actos de violencia y escudos".
En el primer discurso de su viaje a Albania, ha recordado que el país es tierra de mártires, pero ha resaltado que la "convivencia pacífica" y "la colaboración entre los que pertenecen a diversas religiones" es actualmente la principal característica de Albania.
Por ello ha subrayado que lo que sucede en Albania demuestra que la convivencia pacífica y fructífera entre personas y comunidades que pertenecen a religiones distintas "no sólo es deseable, sino posible y realizable de modo concreto".
Así ha apuntado que el clima de respeto y confianza recíproca entre católicos, ortodoxos y musulmanes es un "bien precioso para el país", que adquiere un relieve especial en este tiempo en que, "por parte de grupos extremistas, se desnaturaliza el auténtico sentido religioso" y en que "las diferencias entre las diversas confesiones se distorsionan e instrumentalizan, haciendo de ellas un factor peligroso de conflicto y violencia y no una ocasión de diálogo abierto y respetuoso y de reflexión común sobre el significado de creer en Dios y seguir su ley".
El Papa ha hablado también de los nuevos desafíos en el campo del desarrollo y la solidaridad y ha expresado que "a la globalización de los mercados, debe seguir la globalización de la solidaridad".
Por otro lado, ha destacado la necesidad de respeto de los derechos humanos, entre los cuales destaca la libertad religiosa y de pensamiento porque son "condición previa para el mismo desarrollo social y económico de un país".
Por eso, ha explicado que cuando se respeta la dignidad del hombre, y sus derechos son reconocidos y tutelados, "florece también la creatividad y el ingenio, y la personalidad humana puede desplegar sus múltiples iniciativas en favor del bien común".
El Pontífice ha destacado el ejemplo de la Beata Madre Teresa, albanesa de nacimiento, que "junto a otros mártires" dieron "testimonio heroico de su fe".