“Tenemos mucha ilusión, tanto niños como mayores. Los adornos de los tronos son preciosos, sobre todo un rosario que han traído especialmente para la Virgen, y que tiene más de 100 años de antigüedad”, detalló el hermano mayor de la hermandad, Manuel Sotomayor.
Un total de 180 hermanacos, diez dalmáticas, cinco campanilleros de lujo y nueve estandartes acompañaron a los tres titulares procesionados, que este año acortaron su recorrido pasando por calle Lucena, para evitar el cansancio de los más pequeños de la casa, claros protagonistas de este día.
La salida de la Virgen fue especialmente bella, por el número de devotos e incondicionales de la imagen que la acompañan durante todo el desfile desde su salida en San Agustín. Como ya es tradicional, desde el balcón de la iglesia se cubrió el trono de la Virgen de la Consolación con pétalos de flores.
La salida y la entrada de los tronos en el templo representó uno de los momentos más emotivos del domingo. A ello se suma el ‘encuentro’ que tuvo lugar en San Sebastián a su paso, por primera vez, por calle Lucena.
Novedades
Este año, la cofradía presentó tres grandes novedades. La primera de ellas, afectó al recorrido, que se acortó, pasando por calle Lucena. Por otro lado, la Pollinica recuperó en su desfile procesional a las mantillas y a los penitentes adultos con capirote, para lo que se han confeccionando hasta cuarenta túnicas.
Otra de las novedades del Domingo de Ramos fue la ausencia de guión presidencial. “Es algo que ya han llevado a cabo otras cofradías, y tras el acuerdo tomado en Junta Directiva, también vamos a suprimirlo”, detalló Sotomayor. A todo ello se sumó que este año los niños no participaron en el desfile. “El objetivo es evitar que se cansen, ya que para ellos es como la noche de Reyes y no duermen en toda la jornada anterior”: afirmó el hermano mayor de la cofradía del Domingo de Ramos.
Muchos devotos visitaron la Iglesia de San Agustín en la mañana del Domingo de Ramos para ver las imágenes que procesionaban en la tarde. A lo largo del fin de semana fue cuando se ultimaron los preparativos relacionados con los arreglos de las flores, así como la colocación de las almohadillas para los hermanacos que portan los tronos cada año.
Precedida del tradicional desfile de la armadilla y de la banda de Cornetas y Tambores de Iznájar, la procesión comenzó a las seis en punto de la tarde desde la iglesia de San Agustín, donde cientos de personas aplaudieron la salida por la que llevan esperando durante todo un año.