El aeropuerto de Sevilla ampliará la zona en la que actualmente se encuentra el control de seguridad que deben atravesar los pasajeros para acceder al área de embarque. Las obras, que acaban de adjudicarse por 46.170,93 euros, arrancarán en breve y durarán dos meses.
En el marco de esta actuación, se instalarán dos nuevas máquinas de rayos X y un arco detector, lo que elevará la capacidad operativa del filtro de seguridad un 50 por ciento. Gracias a ello, podrá gestionarse el paso y la inspección de hasta 1.650 pasajeros (y sus equipajes de mano) a la hora, frente a los 1.100 actuales.
Una vez que se incorporen estos dispositivos, el aeropuerto contará, para el tránsito de viajeros, con un total de tres arcos y seis máquinas de rayos X, una de ellas destinada al control de artículos de cierto tamaño, como es el caso de los carritos de bebé.
Con el objeto de interferir lo menos posible en el funcionamiento habitual del aeropuerto, el grueso de las obras se realizará fuera del horario operativo de las instalaciones o, en su defecto, durante tramos horarios en los que el flujo de pasajeros sea menor.
Esta actuación, con la que el control pasará a ocupar una superficie de 680 metros cuadrados, no sólo permitirá agilizar el tránsito de los pasajeros antes de embarcar, sino que, además, dotará de capacidad a sus instalaciones para atender el crecimiento de tráfico previsto en el aeropuerto (en los ocho primeros meses del año lo ha hecho un 4%).
SEGUNDA FASE
A ello contribuirá, asimismo, la instalación, en una segunda fase, de un sistema para la lectura automática de las tarjetas de embarque. Por último, se diseñará un itinerario rápido (fast-track) para uso de aquellas compañías aéreas que quieran ofrecer ese servicio a sus pasajeros preferentes.