Cientos de personas han asistido este sábado al funeral del exdictador haitiano Jean Claude 'Baby Doc' Duvalier, en una misa privada que ha tenido lugar en Puerto Príncipe después de que el Gobierno decidiese no realizar un funeral de Estado.
Familiares, amigos, y aliados políticos han rendido un último homenaje al exdictador, que murió hace una semana de un ataque al corazón a los 63 años.
Como antiguo jefe de Estado, Duvalier podría haber recibido un funeral de Estado, pero el Gobierno haitiano finalmente descartó esta posibilidad ante las acusaciones que pesan sobre el exdictador respecto a los Derechos Humanos y el saqueo de las arcas del Estado.
"Muchas voces se han alzado para demonizar a este hombre y su tiempo en el poder", ha afirmado el coronel retirado Joseph Baguidy, amigo de Duvalier, ante su féretro, que ha sido cubierto con la bandera de Haití.
"Para los que hemos vivido a su lado, no hay duda de que este hombre ha sido un devoto del servicio a su nación y su población", ha subrayado ante los presentes, que han ovacionado su discurso.
Entre los ausentes a esta misa privada se encuentran el presidente haitiano, Michel Martelly, y el primer ministro, Laurent Lamothe. El Gobierno de Martelly se considera cercano a figuras de la era Duvalier. De hecho, hace una semana el presidente rindió homenaje a 'Baby Doc' mediante la red social Twitter, donde le definió como "un verdadero hijo de Haití".
DICTADURA
Duvalier accedió al poder en 1971, con tan solo 19 años, tras la muerte de su padre, el también dictador Francois Duvalier --conocido como 'Papá Doc'-- y se mantuvo en él hasta 1986, cuando la retirada del apoyo económico de Estados Unidos y un golpe de Estado del Ejército propiciaron su derrocamiento.
Tras 25 años de exilio en Francia, regresó a Haití en enero de 2011,. Desde entonces, ha sido procesado por las autoridades judiciales haitianas por graves violaciones, incluido el asesinato y tortura de activistas de la oposición.
Su mandato se caracterizó por la fuerte represión a la oposición, ejercida por 'Los Leopardos', un cuerpo militar de élite que sucedió a los 'Tonton Macoutes' utilizados por su padre con el mismo fin. Se calcula que durante su gestión, al menos unos 100.000 haitianos huyeron del país. Sin embargo, Duvalier siempre sostuvo que no había cometido ningún delito.