El ministro de Defensa, Pedro Morenés, considera que la situación en que se encuentra Irak ha demostrado que "las tareas que se empiezan hay que terminarlas", y ha explicado que la contribución de 300 militares que hará España a la coalición internacional contra el Estado Islámico forma parte de un intento por "organizar un Estado que estaba disuelto".
"La salida de las fuerzas occidentales de Irak puso en evidencia la inexistencia de un Estado, la inexistencia de un gobierno integrador. El de Al Maliki fue un gobierno que de alguna manera atentó contra los derechos de algunas sensibilidades políticas y eso supuso el caldo de cultivo para una expresión terrorista yihadista", ha señalado Morenés en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press.
Por todo ello, el ministro ha justificado la próxima operación militar de España en Irak, que supondrá el despliegue de 300 militares para adiestramiento del Ejército iraquí sobre todo en labores de desactivación de artefactos explosivos y operaciones especiales. "Para que las naciones puedan subsistir, necesitan un Estado", ha apuntado.
MIRAR DE FRENTE A LOS PROBLEMAS
Según Morenés, España se une a esta misión porque "lo que no se puede hacer es no mirar a los problemas", sino que hay que "mirarlos de frente". "Queremos dar un paso en algo que nos afecta a todas las naciones civilizadas, la amenaza del terrorismo yihadista, que además es expansivo y podría acabar reorganizándose mucho más cerca", ha advertido.
A la pregunta de si le preocupa que Ceuta y Melilla se puedan convertir en un semillero de yihadistas, ha respondido que "por supuesto" que le preocupan "todos aquellos elementos reorganizados que de una forma u otra, en común o de forma solitaria, pueden atentar de alguna manera contra la seguridad de nuestros ciudadanos".
Por eso, Morenés ha recordado que España intenta "evitar" que los "países aliados del norte de África" se conviertan en un foco de inestabilidad, razón por la cual se desarrollan operaciones militares en Malí o República Centroafricana.