El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha abierto este jueves el debate en el Pleno del Congreso de los Diputados sobre medidas de regeneración democrática prometiendo una respuesta "amplia, firme, eficaz y duradera" contra el "muy peligroso" problema de la corrupción.
Así ha comenzado el jefe del Ejecutivo su intervención ante el Pleno de la Cámara, reconociendo la excepcionalidad de asumir la defensa de dos proyectos de ley del PP y sin hacer ninguna mención a la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, por ser declarada beneficiaria de la red 'Gürtel'. La dimitida no estaba en el hemiciclo.
Rajoy ha dejado clara desde el principio su "preocupación" por esta lacra, cuyo combate considera "inaplazable" y que el Gobierno se "ha tomado muy en serio", ha asegurado.
CONFIANZA
Ha dicho compartir la "indignación" de los españoles por los casos de corrupción pero ha recalcado que la corrupción es una "parte pequeña" en España. Por eso, ha alertado del peligro de extender una sombra de sospecha sobre toda la clase política porque entonces, ha dicho, solo quedará espacio para "los salvapatrias de escoba".
En un pleno monográfico sobre las medidas anticorrupción del Gobierno, el jefe del Ejecutivo ha avisado de que "algunos empiezan generalizando la corrupción, culpan a todos los políticos y terminan señalando a todo el sistema.
"Y a partir de ahí no queda espacio nada más que para los salvapatrias de escoba cuyo único programa político consiste en barrer con las consecuencias de todos conocidas", ha avisado, para pedir que no se utilice la corrupción como "coartada" para "desestabilizar" el sistema.
Rajoy ha dicho que "todo el mundo sabe que han aparecido corruptos en su partido". "He pedido perdón por ello", ha proclamado, para añadir que eso no es "nuevo" en la historia de la democracia española porque a la corrupción le trae sin cuidado "las ideas" o las "banderas".