El Centro Cultural “Pablo Ruiz Picasso” acogerá desde el próximo viernes, 5 de diciembre, a las 20,30 horas, una interesante exposición fotográfica de Manuel Vilches titulada “Ethiopía, miradas sin futuro”.
Manuel Vilches nació a la luz de Andalucía en un pequeño pueblo de la Costa del Sol, Estepona, en 1960. Vivió afincado en Ubrique desde 1970, a la sombra de dos parques naturales, Sierra de Grazalema y Los Alcornocales.
Fue en 1990, en un viaje, cuando comenzó a fotografiar las distintas realidades y culturas del mundo y desde entonces ha recorrido países tan distintos como apasionantes. Sus fotografías van desde la esplendorosa Petra al llanto de un niño en el interior de África.
Estudioso y autodidacta, intenta crear en todas sus fotos una atmósfera de realidad y mostrar la vida de forma natural sin dramatismos ni exageraciones. En sus retratos se descubre la interrelación entre sus personajes y él mismo, basada en un gran sentido de la comunicación, y su carácter afable le hace ser aceptado por los diferentes pueblos y etnias con los que ha convivido. La fotografía no es un fin, es un medio para acercarse a los pueblos y enriquecerse como persona, y es eso lo que da sentido a su trabajo.
El mismo año que comenzó el ataque a Irak, viajó a Siria y fruto de su viaje nació la exposición "Te presto mis ojos", un trabajo que sacó a relucir la diferencia cultural entre los pueblos y la necesidad de un mundo lleno de diversidad. Los pueblos en contacto se enriquecen unos a otros y permanecen despiertos. En 2005 viajó a Yemen y recorrió el país entero, atravesando el desierto de Ramlat as Sabatayn, y llegando a las hermosas montañas de Jabel an-Nabi Shu`ayb, donde fotografió un paisaje espectacular y, sobre todo, los retratos de mujeres yemenitas. Así nació su segunda exposición, "Yemen, una mirada al pasado".
En septiembre de 2006 viajó a Níger para fotografiar la etnia de los Peul-Bororo. Con ellos convivió en sus campamentos y fue invitado a sus representaciones en la fiesta de Gerewol. Se acercó hasta Agadez para adentrarse en el desierto del Teneré en busca de las caravanas de sal y durante 11 días convivió con los tuareg del desierto, hombres adaptados al medio de forma sorprendente.
De su experiencia en este viaje nació su tercera exposición: "El agua de la vida", inaugurada en Madrid por “Goma Espuma” y cuya recaudación sirvió para ayudar a los damnificados del tsunami de Sri Lanka.
En 2007 recorrió Malí conviviendo con los Bozo a las orillas del Níger. Remontó el río desde Mopti hasta Tombuctú, donde visitó y convivió con los descendientes andalusíes de la tan famosa biblioteca Kati. Recorrió la Falla de Bandiagara para convivir con los dongones y su ancestral forma de vida. Fueron los argumentos de su siguiente exposición: "Malí, geografía humana".
En 2008-2009-2010 viajó a Burkina Faso, donde no sólo recorrió el país, sino que ejerció como presidente y fotógrafo de la Asociación Dubabu, y de sus fotografías nació la ayuda para subvencionar los proyectos humanitarios llevados a cabo en África. Nueva Exposición: “Burkina Faso, el País de los hombres íntegros”.
Asimismo, en 2009 el Centro Editorial de la Diputación de Málaga publicó su libro de fotografías: "África, miradas de un continente", y en 2010 firmó un convenio de colaboración con La Universidad de Sevilla, que financió su siguiente exposición: “África a través de un objetivo solidario”, que recorrió distintas ciudades andaluzas a través de sus universidades. Fue en enero del 2011 cuando comenzó el proyecto "Una escuela para Bantogodó". Se trataba de construir una escuela de secundaría en la aldea de Bantogodó, en Burkina Faso, para 256 niños que tienen difícil acceso a la educación secundaria.
La obra comenzó en enero del 2011 y fue terminada en septiembre del mismo año, rubricando la sincera vocación de este fotógrafo con la solidaridad.
La Exposición que se inaugura el viernes en Torremolinos, “Ethiopía, miradas sin futuro”, es un recorrido fotográfico por las distintas etnias que habitan las extensas tierras del Valle del Rif.
Desde el norte, en tierras de los Amhara, hasta la frontera con Kenia, en el Valle del Omo, donde habitan algunas de las tribus más auténticas de África: los Karo, Mursi, Surma, Bodis, Hamer y otras, que están siendo arrinconadas y abocadas a desaparecer, ya que sus tierras están siendo vendidas para el cultivo de algodón, caña de azúcar y biodiésel.
Además de la construcción de la represa de mayor altura de África para el proyecto hidroeléctrico Gibe III, en el curso del río Omo, río abajo, las plantaciones harán canales de irrigación para los cultivos, mermando el caudal del río del cual dependen estas comunidades.
“Miradas sin Futuro” sólo quiere mostrar la forma de los distintos pueblos de Etiopía y el derecho que tienen a vivir de forma digna en la tierra de sus antepasados.
La Exposición podrá ser visitada hasta el viernes 19 de diciembre, salvo festivos, de lunes a viernes, de 17,00 a 20,00 horas.