La efectividad mostrada por el Valencia, sobre todo en el primer periodo, dejó sin opción al Rayo Vallecano, un equipo que plantó cara en Mestalla, aunque sin capacidad suficiente como para evitar el triunfo local.
El conjunto de Nuno Espirito Santo hizo un partido muy práctico, aprovechó sus opciones para castigar al rival y supo contenerlo cuando los hombres de Paco Jémez ganaron en presencia en el choque durante la segunda parte, al mostrarse más ofensivos y aprovechar la inferioridad numérica local.
El Valencia inició el encuentro con más empuje que su rival y antes del cuarto de hora abrió el marcador. No fue a balón parado, pero casi, gracias a un centro lejano de Barragán cabeceado por Feghouli.
El tanto local varió la dinámica del encuentro, ya que el equipo madrileño cobró protagonismo a partir de entonces tanto en el centro del campo como en la posesión del balón, aunque con poca llegada a la portería valencianista.
El dominio del Rayo solo se vio reflejado en dos opciones de gol, una en remate de Bueno ajustado al poste (m.28) y otra un minuto después en un gran fallo de Alves, que perdió el balón en un regate, circunstancia que no fue aprovechada por el equipo madrileño.
No solo desperdició el Rayo Vallecano dos opciones para empatar, sino que muy pronto y sin que la dinámica del juego hubiera cambiado sustancialmente, el Valencia le metió dos goles.
El 2-0 llegó a balón parado al aprovechar Feghouli un rechace del portero tras un cabezazo de Negredo y el segundo fue obra de Piatti tras una excelente galopada.
Así llegó a su ecuador un partido marcado desde el prisma local por su gran efectividad y la buena imagen ofrecida por el hoy titular Rodrigo de Paul y en el que los visitantes sufrieron un duro castigo pues durante algunos minutos de esta fase del encuentro tuvieron el balón y superaron al Valencia.
La segunda parte dio comienzo con una opción para el Rayo muy bien neutralizada por Alves con una doble parada, en una fase del partido en la que el equipo madrileño optó por correr riesgos y se mostró más ofensivo. No le quedaba otra y prueba de ello fue la entrada del atacante Manucho por el central Amaya.
Tras este cambio se empezó a jugar más en terreno valencianista, aunque al Rayo le faltaba profundidad. El Valencia tenía espacios para el contragolpe, pero no se prodigaba en sus salidas.
En el minuto 70, André Gomes fue expulsado por acumulación de tarjetas y al Valencia se le presentó por delante un final del encuentro sin más objetivo que el de mantener la situación ante un rival en superioridad y que desde hacía algunos minutos llevaba la iniciativa.
Fue un segundo periodo muy poco vistoso, aunque con opciones de gol, pero ninguno de los equipos supo resolverlas, por lo que el marcador puso punto final a la racha de resultados adversos de los locales y mantiene al Rayo, al que no le dio resultado la apuesta ofensiva del segundo periodo, en la zona media de la tabla.