La guerra iniciada en Siria en marzo de 2011 ha causado daños en al menos 290 monumentos y lugares patrimonio, según el Instituto de Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (UNITAR), que ha analizado cientos de imágenes de satélite.
Gracias a estas fotografías, UNITAR ha constatado que 24 de los monumentos han quedado completamente destruidos y 189 han sufrido daños graves o moderados. Además, otros 77 estarían también dañados, aunque la organización no ha podido confirmarlo al cien por cien.
Para UNITAR, estos datos suponen un "testimonio alarmante" de los efectos que la guerra está teniendo para la "herencia cultural" siria. En este sentido, ha pedido a la comunidad internacional que aumente sus "esfuerzos d protección" para "salvar todo lo que sea posible".
El informe repasa los daños sufridos por un gran número de lugares históricamente relevantes e incluso Patrimonio de la Humanidad, principalmente en la ciudad de Alepo. La mezquita de los Omeyas, la antigua ciudad de Palmira y los templos romanos han sido algunos de los lugares que han sufrido los envites de una guerra con más de 200.000 muertos.
Tanto las fuerzas del régimen de Bashar al Assad como los combatientes rebeldes han utilizado antiguas fortalezas como bases para sus operaciones militares.
El Ejército sirio, por ejemplo, ha colocado francotiradores en la Ciudadela de Alepo, uno de los castillos más grandes y más antiguos de todo el mundo, mientras que el control del de Crac de los Caballeros ha sido motivo de choques entre los dos bandos.
Por otra parte, la insurgencia radical suní ha destruido algunos monumentos que vinculan con la herejía.