El diputado de IU Alberto Garzón dedicará su intervención en el Debate del estado de la Nación a tratar de demostrar que la España que presenta el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, "no existe" y defenderá que no tiene "credibilidad" para hablar de recuperación, frente a lo que ofrecerá una alternativa basada en "los principios y valores de la izquierda", con el trabajo como eje principal.
En su 'puesta de largo' como próximo candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Garzón intentará desmontar el discurso de recuperación del Gobierno, ya que considera que no se trata de si el país "crece o no estadísticamente hablando" sino de "cómo se crece y de a quién beneficia", según ha explicado a Europa Press.
El joven diputado de La Izquierda Plural, que intervendrá por primera vez en este debate en sustitución de Cayo Lara, tiene intención de "proponer alternativas económicas y políticas a la situación de grave crisis económica, social y política por la que atraviesa el país".
"Este país no nos gusta, porque es un país en el que la gente pasa hambre, no tiene acceso a la vivienda y carece de empleo y futuro. Queremos construir un país nuevo a partir de los principios y valores de la izquierda", ha explicado.
A su juicio, el Gobierno no tiene "ninguna credibilidad" para hacer un discurso de recuperación, ya que este crecimiento no se advierte en las calles, "en los cada vez más deteriorados servicios públicos, en las privatizaciones, en la pobreza de la gente o en la vida de los emigrantes".
LO PRIORITARIO ES EL EMPLEO
Entre las propuestas que lanzará, Garzón defenderá que "lo prioritario" es el empleo "como mecanismo de inserción social y como fuente prioritaria de ingresos" y presentará su propuesta de Trabajo Garantizado con la que quiere demostrar que la gente no tiene empleo porque "no es la prioridad" del Gobierno de Mariano Rajoy y de la Troika.
Garzón quiere demostrar que no se trata de "una imposibilidad técnica, sino política", ya que IU ha calculado que un 1 por ciento del PIB permitiría sacar del paro a un millón de personas, "con todo lo que ello significa de estímulo económico y oportunidades sociales".
Sin embargo, el diputado de IU ha reconocido que no espera nada de la intervención del presidente porque "sigue negando la crisis" y refiriéndose a ella como "algo del pasado". "Las últimas intervenciones de Rajoy sólo tienen como destinatarios a la familia Botín", ha denunciado.
En el que será el último Debate del estado de la Nación de la legislatura, Garzón hace balance del mandato de Rajoy como "el de la extensión de la pobreza y la miseria, de la falta de esperanza para la mayoría social". Pero también "el de la concienciación de la gente", que cree que "hoy es consciente de que hay alternativas por la izquierda".
RAJOY, "AMIGO DEL JEFE DE LA BANDA DE LADRONES"
Otro de los asuntos que centrará el debate de la próxima semana será la corrupción, en el que Garzón tampoco da ninguna credibilidad al Gobierno porque cree que durante los últimos cuatro años "se ha hecho todo lo posible por esconderla".
"Cambios de jueces, retrasos en el juicio, insultos a IU por presentar la querella a Bárcenas", repasa al recordar algunos de los acontecimientos de la última legislatura, que ha tenido su última muestra en la pérdida del expediente de la querella contra el PP por la destrucción de los ordenadores utilizados por su extesorero, Luis Bárcenas.
De hecho, Garzón cree que "en ningún país desarrollado sería posible un mandato completo de un gobierno infestado de casos de corrupción y con un presidente amigo del jefe de la banda de ladrones".
También el diputado de ICV, Joan Coscubiela, cree que durante la actual legislatura no se han adoptado medidas por parte del Gobierno para atajar la corrupción. Y a su juicio, esto está motivado porque Rajoy también es el presidente del PP, un partido "carcomido por la corrupción".
Coscubiela cree que la legislatura de Rajoy ha sido "la del aumento de la desigualdad" combinada con el "oportunismo" del Gobierno, que considera que "aprovecha la crisis para imponer medidas estructurales de privatización de servicios púbicos, desregulación de las relaciones laborales, ataque y criminalización e los movimientos sociales y uso absolutista del poder".
EMERGENCIA SOCIAL
Pese a todo, celebra que estas políticas "no han conseguido desarmar a la sociedad ni silenciarla" y va a plantar al presidente del Gobierno una serie de medidas para hacer frente a la "emergencia social" que a su juicio atraviesa el país.
Coscubiela tampoco espera mucho de la intervención del jefe del Ejecutivo a tener los debates anteriores, pero le solicita que hable "del país real". "Ése que él reconoce no conocer", ha emplazado.
A su juicio, el "lógico" que quien gobierna pretenda dar una imagen positiva del país, pero cree que no puede hacerse "insultando a la ciudadanía que sufre". Y pone como ejemplo al ministro de Economía, Luis de Guindos, diciendo que los ciudadanos ya no temen perder su puesto de trabajo.