Los separatistas prorrusos anunciaron que hoy concluirán la retirada del armamento pesado de la línea de separación en el este de Ucrania en presencia de los observadores internacionales.
"Hoy es el último día de retirada de equipos militares y armamento. La misión de la OSCE estará presente durante el repliegue", dijo Eduard Basurin, subjefe del mando rebelde de la autoproclamada república popular de Donetsk, a medios rusos.
Las milicias tienen previsto retirar 24 morteros de 120 milímetros de calibre: nueve de la localidad de Telmanovo, nueve en Górlovka y seis en la zona de Donetsk.
Los separatistas mantienen que hoy concluyen los 14 días de plazo para la retirada del armamento de gran calibre de la línea de separación de fuerzas, el segundo punto de los acuerdos de paz de Minsk suscritos el pasado 12 de febrero.
Mientras, el mando militar ucraniano informó anoche de que las fuerzas gubernamentales continuaron ese proceso con el repliegue de las lanzaderas de misiles Uragán, que serán transportadas en tren a sus nuevos lugares de emplazamiento.
Anteriormente, ya retiraron de una franja de más de 25 kilómetros de profundidad las lanzaderas Grad, las más temidas por la población local; los cañones antitanque Rapira y las piezas de artillería Akatsia.
Esto fue confirmado en su informe diario por la misión de la OSCE, que constató el desplazamiento de convoyes ucranianos con armamento hacia localidades situadas a 40 kilómetros como mínimo de Donetsk, principal bastión insurgente.
Tanto los separatistas como Rusia acusan a Kiev de dilatar este proceso, considerado crucial para la estabilización del frente en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk.
"En virtud de la información en nuestro poder, las milicias de Donetsk y Lugansk concluyeron el repliegue del armamento pesado el 1 de marzo", dijo ayer Serguéi Karasin, viceministro ruso de Exteriores, tras participar en consultas con sus colegas de Ucrania, Alemania y Francia en Berlín.
Karasin subrayó que la OSCE debe tener pleno acceso a los lugares de emplazamiento del armamento de gran calibre replegado de la zona de conflicto.
Los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) reconocen que no han podido aún constatar la retirada del armamento por parte de ambos bandos por la falta de medios.
El propio portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció hoy a la prensa local que "existen problemas de verificación de los acuerdos de paz por parte de la OSCE".
Por ello, los ministros de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y Alemania, Frank-Walter Steinmeier, abogaron ayer por aumentar hasta un millar el número de observadores de la OSCE, iniciativa respaldada por la Unión Europea en su reunión informal en Riga.
Kiev y los separatistas prorrusos volvieron hoy a acusarse mutuamente de incumplir el régimen de alto el fuego en vigor desde el 15 de febrero, especialmente en el principal bastión rebelde, Donetsk.