El portal afín a la guerrilla de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), TamilNet, aseguró que los bombardeos tuvieron lugar en un hospital del poblado de Mullivaaykkaal y que dejaron heridas a otros 87 civiles.
El comunicado aseveró que las tropas ceilanesas supieron de las coordenadas exactas del centro médico a través del Comité Internacional de la Cruz Roja, la única organización humanitaria que tiene acceso a la zona.
“La masacre ha sido calculada para coaccionar a los civiles”, aseguró el portal, citando a un trabajador humanitario que dijo ver panfletos lanzados desde el aire con un mensaje del presidente, Mahinda Rajapaksa, para que los civiles abandonen la zona.
Sri Lanka accedió recientemente a dejar de bombardear y usar armas pesadas en esta pequeña franja de apenas cinco kilómetros cuadrados situada en el distrito norteño de Mullaitivu, aunque continuó con sus “operaciones de rescate” de civiles.
Además, la ONU filtró el viernes a la prensa imágenes obtenidas por satélite entre el 15 de marzo y el 19 de abril en la llamada “zona segura” para civiles donde se pueden observar los efectos de ataques aéreos, presuntamente llevados a cabo por el Ejército.
Según informaciones del diario ceilanés The Daily Mirror, el Gobierno ha llamado a consultas al coordinador humanitario de la ONU en Sri Lanka, Neil Buhne.