El catalán Sergi Barjuan afirmó hoy en su presentación como entrenador de la UD Almería, en sustitución del destituido Juan Ignacio Martínez, que ha aceptado la oferta del club andaluz porque creen que pueden "salvar esto", en alusión a la permanencia, para lo cual pidió "unión, sacrificio y trabajo".
El exjugador internacional del Barcelona y del Atlético de Madrid dirigirá al equipo rojiblanco hasta el final de temporada, en los últimos nueve partidos de liga, y debutará este miércoles precisamente frente al conjunto azulgrana, en el que se formó, lo que responde a "casualidades de la vida".
Sergi, que ha señalado que le hubiese gustado debutar en otro sitio, apuesta por "plantarle cara" al Barcelona en el Camp Nou, al asegurar que "el Almería no tiene que tener miedo ni respeto en el Camp , porque tienes más que ganar que perder".
Pese a estar antepenúltimo con 25 puntos, el nuevo técnico de la UD Almería, que esta tarde dirigirá el entrenamiento en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, consideró que en la plantilla rojiblanca hay materia prima y que "es un equipo que explotando las virtudes de sus jugadores tiene que estar más arriba".
Añadió que el objetivo que se plantea para estas cruciales nueve jornadas estriba en el hecho de que "todos saquen el máximo de sí, que todos remen hacia el mismo lado, porque en estas situaciones cualquier pequeño problemilla merma mucho a toda la plantilla".
También recalcó que las bases principales deben ser "la unión, el sacrificio y el trabajo, e intentar sacar el máximo de cada uno es importante para poder conseguir el objetivo final, que es sacar al Almería adelante y salvarlo».
Según Sergi, por haberse criado en el Barcelona no jugará como lo hace el equipo blaugrana. "El sello está puesto ya. Los jugadores están los que están y sabemos a lo que tenemos que jugar", subrayó.
Explicó que lo más importante en este momento es "conseguir que todo el equipo esté muy juntito" y hacer "con rapidez y haciendo daño las transiciones", para lo cual cree que el Almería tiene "jugadores muy rápidos".
El entrenador barcelonés sí calificó como una "lacra" el alto número de goles que encaja el Almería, por lo que uno de sus retos es "intentar que sea menor. Eso, al final, es trabajo, es sacrificio, es unión, y si tenemos tiempo de ir trabajando más conceptos, los trabajaremos", precisó.
"Todos unidos tenemos que ser fuertes aquí, en nuestro estadio, para conseguir las victorias, lo que pasa es que esto no viene solo, hay un trabajo detrás y tenemos que ir trabajando día a día y entender todos que es un proceso que es rápido y que tenemos que aplicar lo más rápido posible, porque el fútbol no para", advirtió.
Sergi tiene claro que no hay nada perdido, pues "hay muchos equipos implicados y hay alguno que piensa que ha salido y puede ser que caiga, y al final el trabajo nuestro es conseguir que día a día la mejora sea a nivel de encontrar un estilo adecuado para el máximo rendimiento de los jugadores", insistió.
Llega a Almería con Ramón de Quintana como segundo entrenador. Su ayudante, nacido hace 43 años en Gerona, fue defensa central de equipos como Figueras, Osasuna, Rayo Vallecano, Mérida y Cádiz, subió a Primera en la campaña 1994-1995 con el Rayo y en la 2004-2005 con el Cádiz, donde se retiró como futbolista en 2008.