La decisión rusa de levantar el embargo impuesto para la entrega de los sofisticados sistemas defensivos antiaéreos S-300 a Irán fue saludada por Teherán como el "preludio" para la profundización de las relaciones bilaterales "en todos los campos", informó hoy la agencia de noticias Fars.
El ministro iraní de Defensa, Huseín Dehgan, celebró el anuncio realizado ayer por Moscú del fin del embargo para ese armamento, que calificó como "una interpretación de la voluntad de los líderes políticos de los dos países para desarrollar y promocionar la cooperación en todos los campos".
"La expansión de la cooperación mutua con los países vecinos en varios campos puede jugar un papel efectivo en el establecimiento de una seguridad y estabilidad perdurable en la región", explicó el ministro, según Fars.
Dehgan, que esta misma semana tiene previsto viajar a Moscú para participar en una reunión sobre temas de seguridad, indicó que la amenazas causadas por los "poderes transregionales" y el crecimiento de los grupos terroristas suníes han hecho necesario "esta profundización y ampliación de la cooperación en este campo", un punto "que siempre ha estado en el centro de las conversaciones" entre Rusia e Irán.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, justificó la decisión tomada por el presidente de su país, Vladímir Putin, de eliminar la prohibición de suministrar este armamento defensivo a Irán, vigente desde 2010, al señalar que tras el acuerdo preliminar sobre el programa nuclear iraní alcanzado a principios de mes en Lausana (Suiza) entre el país asiático y el Grupo 5+1, un embargo de esta naturaleza ya no tiene sentido.
El jefe de la diplomacia rusa subrayó que los S-300 "tienen un carácter exclusivamente defensivo" y no son aptos para fines ofensivos, por lo que "no serán una amenaza para ningún Estado de la región, incluido, por supuesto, Israel".
Según un contrato firmado en 2007, Rusia debía haber suministrado a Irán al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces con sus misiles de abatir simultáneamente varios objetivos.
Estas baterías son capaces de seguir y abatir varios blancos simultáneamente a alturas de hasta 27 kilómetros, con un alcance de hasta 200 kilómetros.
Desde Israel y desde EEUU ya se ha criticado la decisión rusa, que alertaron sobre el "rearme" que se producirá en Irán y de lo poco "constructivo" que resulta su aplicación.
Irán y las potencias del Grupo 5+1 (EEUU, China, Francia, Reino Unido y Rusia, además de Alemania) acordaron en Lausana una serie de mínimos para alcanzar antes del mes de junio un pacto definitivo respecto al programa nuclear iraní.
En ese acuerdo, Irán aceptó una reducción sustancial de su plan nuclear y establecer una serie de inspecciones sin precedentes para garantizar que no habrá desviaciones bélicas del mismo, a cambio del fin de las sanciones económicas y comerciales que lastran su economía.