El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha llegado a un acuerdo de principios con el dirigente del partido Kulanu, Moshé Kahlón, lo que abre la senda a su cuarto gobierno, confirmaron fuentes de ambas formaciones al diario Yediot Aharonot.
Negociadores de la formación de Netanyahu, el Likud, y de Kulanu consideran que están muy cerca de un pacto después de que ambos políticos se pusieran de acuerdo sobre los tres ministerios que recibirá la formación de Kahlón.
Según el diario, este obtendría para su partido las carteras de Finanzas, Vivienda -claves para el programa de reformas con el que se presentó a los comicios del pasado 17 de marzo- y Medioambiente.
Kahlón prometió a su electorado un plan nacional para rebajar el astronómico precio de la vivienda en Israel y combatir la carestía de la vida.
También han acordado que Kulanu tenga bajo su control la disputada Comisión de Planificación Nacional urbanística, un organismo que depende del Ministerio del Interior.
Esa cartera ya le había sido prometida al partido ultraortodoxo Shas, que se negaba a transferir la Comisión, lo que abrió una crisis en las negociaciones entre el Likud y Kulanu.
Netanyahu ha optado por una "solución creativa", de forma que Interior quede bajo el mandato de su partido y este entregue la Comisión a Kulanu, según el Yediot Aharonot.
A cambio, indemnizará a Shas con un paquete ministerial al que difícilmente podría aspirar con los siete escaños que obtuvo en los comicios, y que incluye el ministerio de Economía, el de Desarrollo del Negev y la Galilea y la responsabilidad sobre Jerusalén.
Por el momento, el líder de este partido, Arie Deri, se niega a ceder, pero en el Likud creen que, una vez cerrado el pacto con Kulanu, a las formaciones ultraortodoxas no les quedará más remedio que asumirlo, dada su menor representatividad en la coalición y el precio que tiene para ellas el quedarse fuera del Ejecutivo.
En la anterior legislatura, su ausencia hizo posible que se aprobara la histórica ley de alistamiento de los jóvenes ultraortodoxos y que avanzaran varios proyectos de regulación civil a los que suelen oponerse.
El diario agrega que Netanyahu deja para el final del proceso negociador las conversaciones con los partidos nacionalistas Hogar Judío e Israel Beitenu, con los que existe una cierta "desconfianza" en los últimos días.
Una caricatura publicada hoy muestra la puerta de una clínica en la que el "Doctor Bibi" (Netanyahu) hace esperar a los líderes de esos partidos, Naftalí Bennett y Avigdor Lieberman, respectivamente.
En la viñeta ambos se lamentan de que llevan esperando para entrar al "médico" desde el pasado 18 de marzo, cuando se conocieron los resultados de los comicios.
Esta espera ha hecho proliferar informaciones acerca de que el primer ministro derechista podría optar por un gobierno de unidad nacional con el frente de centroizquierda Campo Sionista y ayer el Canal 1 informó de un encuentro secreto entre su líder, Isaac Herzog, y Netanyahu.
Si bien ambas formaciones han negado la existencia de la entrevista, hace dos semanas que las dos han rebajado el tono de sus ataques mutuos y han dejado de asegurar a sus votantes que no se sentarán juntos en un gobierno.