Por mucho que el PSOE intente reducir el asunto de la constitución de la mesa del Parlamento andaluz a una lucha de sillones, la realidad de lo que ocurrió en la toma de posesión es que se produjo el primer pacto entre Izquierda Unida, Ciudadanos y Podemos a favor del régimen que lleva 33 años en Andalucía. Por mucho que el resto de partidos intenten ahora ponerse de perfil, argumentando una cándida ignorancia, la realidad es que le hicieron el juego al PSOE para controlar los asuntos que se debatan en el Parlamento.
Cualquier asunto que se trate en el Parlamento, comisiones de investigación contra la corrupción, comparecencias de responsables políticos e iniciativas de cualquier tipo debe ser previamente calificada por la mesa. No es un asunto de sillones, es una cuestión de calidad democrática. El PSOE podrá impedir, tanto con Izquierda Unida, con Podemos o con Ciudadanos de forma independiente bloquear aquellos asuntos que no les interese sacar a la luz. Han interpretado de forma inadecuada, interesada y en contra de cualquier principio democrático el reglamento del Parlamento para seguir controlando su cortijo. Gran fiasco para los que pensaban que se abrirían las ventanas y correría el aire fresco si apoyaban a otras opciones sin representación previa en la cámara andaluza.
Y ahora, desde el púlpito de sus sillones, todos los partidos desvían la mirada preguntándose qué ha pasado como si la cosa no fuese con ellos. Si usted analiza el desarrollo de las votaciones vería como todo lo que aconteció estaba más que pactado con anterioridad. Para la elección del presidente, PSOE y PP presentaron sus candidatos mientras el resto se abstuvo de forma cómplice para dar paso al candidato socialista. Para la elección de los tres vicepresidentes, PSOE, PP y Podemos presentaron candidatos, bajo la mirada cómplice de Izquierda Unida y Ciudadanos que se abstuvieron para que todo saliese según los planes previstos por el PSOE. Para la elección de los tres secretarios, Ciudadanos e Izquierda Unida presentaron sus candidatos y dejaron que el PSOE aplicara el rodillo para consagrar su posición dominante ante el silencio cómplice del Podemos que no presento candidato para dar cobertura a lo que habían pactado con el PSOE.
Y ahora dicen que no sabían nada y que todo es fruto de la casualidad. Si todo no hubiese estado previamente acordado el resto de partidos hubiese presentado a sus candidatos a todas las designaciones (como hicimos los populares) aunque no hubiesen salido. Pero no lo hicieron y fueron moviendo las fichas del tablero de ajedrez para que la partida se desarrollara conforme a los planes que habían acordado. Nada fue frutó de la casualidad por mucho que ahora pongan cara de tontos y se pregunten qué ha pasado. Lo que ocurrió fue lo que ellos permitieron que pasaran que no es otra cosa que permitir que el PSOE pueda bloquear y hurtar del debate público lo que no le interese.
Se han vendido al régimen embelesados por la erótica del poder. Han demostrado que una cosa es decir y otra es hacer. Si ustedes confiaba que las cosas cambiasen, debe saber que el primer pacto en la Junta entre PSOE, Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida ya está servido y deglutido.