El desalojo de unas 60 personas previsto para este miércoles en un poblado chabolista ubicado en el paraje Tierras de Almería, en El Ejido (Almería), ha sido finalmente suspendido, de manera que no se ha comunicado una nueva fecha para ejecutar los derribos de las 28 infraviviendas que se asientan en la zona.
Así lo han indicado a Europa Press fuentes municipales, que no han podido precisar los motivos que han llevado, finalmente, a aplazar los derribos, si bien han reconocido que este martes se contaba con realizar estos trabajos que habían sido ya notificados a los residentes de las chabolas, muchos de ellos extranjeros en situación irregular.
No obstante, las mismas fuentes han asegurado que los desalojos se producirán en un futuro tras haber obtenido una "autorización" del un juzgado de lo Contencioso-administrativo que faculta al Ayuntamiento de El Ejido a practicar el derribo de estas infraviviendas que se asientan en terreno de propiedad privada.
En esta línea, han insistido en que los derribos de chabolas practicados anteriormente "siempre se han hecho cuando la gente ha abandonado" las casas y "se han llevado sus pertenencias". No obstante, no han podido precisar si la presencia de moradores en las chabolas ha sido el motivo que habría llevado a la suspensión de los trabajos o no.
En cualquier caso, desde el Consistorio ejidense han explicado que las personas que habitan en las chabolas están "avisadas" para que abandonen el terreno "desde hace un año". Igualmente, han asegurado que se ha informado a la Junta de Andalucía "que tiene las competencias en vivienda y en materia social" para que actúen. Por el contrario, el Ayuntamiento dice que no ha articulado ningún plan que conlleve el realojo de los afectados.
Según las ONG Médicos del Mundo y Cruz Roja, que atienden a la población que se concentra en la zona, durante el último mes han atendido ya a varias decenas de personas ante los derribos que, según estas versiones, se habrían producido en, al menos, dos asentamientos más y que habrían afectado a medio centenar de personas, muchas de ellas jóvenes recién llegados al país sin permiso de residencia ni medios económicos.