La resaca del 24M (II)

El resultado de las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo ha puesto de manifiesto la transformación del escenario político de nuestro país y, más aún, la necesidad de constituir los nuevos gobiernos por la vía del acuerdo. Lo ideal es que fuese posible sin recurrir a tacticismos políticos, pero ésa es una asignatura que aún tardarán en aprender nuestros representantes políticos -basta con mirar a lo que ocurre en Andalucía para hacernos una idea-. Jerez no es ajena a esa nueva doble realidad -la del nuevo escenario y la de la necesidad del acuerdo- y todos los partidos han querido dar muestra de haber aprendido la lección del resultado desde el primer momento, aunque cada cual la interpreta como más le conviene. En este sentido, sólo caben dos opciones, o permitir que gobierne la lista más votada o aceptar los pactos entre partidos afines. La primera opción va ganando adeptos a nivel nacional a medida que pasan los días -y no exclusivamente desde el PP-, poniendo como ejemplo la ya aludida cuestión andaluza, pero tampoco se puede perder de vista la voluntad emanada de las urnas, que es la que ha impulsado el cambio en la situación política y la que invita a practicar alianzas. En ambos casos, sólo desde el diálogo será posible alcanzar la estabilidad deseada por todos, ya que no está tanto en juego quién gobierne como la forma de gobernar. Jugar a ver quién gobierna sería no haber aprendido la lección.