Las aguas futboleras

Mientras que en el Jerez Industrial, con un trabajo callado, constante y humilde se sueña con la Tercera División; en el Xerez Club Deportivo se piensa en clave de posibilidades de un futuro que se quiere ver con el equipo compitiendo, pero asumiendo la complejidad que ello tiene porque todo dependerá de lo que Ricardo García sea capaz de hacer o de no hacer. Y mientras tanto en el Xerez Deportivo Fútbol Club se ha desatado la primera pequeña tormenta cuando menos se esperaba. No ha sido una tormenta económica sino deportiva e, incluso, institucional. El cese de Carlos Orúe ha copado demasiadas páginas y excesivos comentarios y eso no ha sido bueno para la entidad que preside Pepe Ravelo, aunque también hay que pensar que las personas pasan pero los clubs permanecen. De todas maneras ha habido una polvareda innecesaria por un tema de estilo que, finalmente, se terminó dando de bruces con la realidad. 
Ricardo & Cía. El Xerez Club Deportivo, los socios que siguen fieles al equipo que naciese el 24 de septiembre de 1947, quieren conocer el futuro de la sociedad anónima deportiva más pronto que tarde. Quieren arrancar, pero sabiendo que el motor no se va a gripar a las primeras de cambio.Quieren comenzar la nueva singladura, pero conociendo que hay opciones reales de llegar al destino final. Todo debe pasar por Ricardo García y Ricardo García, a su vez, todo lo fía a las gestiones que puedan hacer los socios jerezanos que, en principio, dicen que han encontrado cierto eco en determinados empresarios que están dispuestos a ayudar al club. Esta próxima semana Juan Miguel Becerra, que sigue siendo el máximo representante de los llamados socios colaboradores, ya que la Asociación Gestora se encuentra en fase de liquidación, se va a reunir con Ricardo. Ya dijo en La Prórroga que se le iba a pedir a  Energy que dejase las acciones en manos de los aficionados. Pero la pegunta es que qué hacen los socios, los aficionados, con unas acciones que no valen absolutamente nada y asumiendo una deuda y un concurso al que hay que hacer frente. Las acciones se quedan en poder de los socios y esos socios tendrían que formar un consejo de administración y esos consejeros tendrían que ser conscientes de las responsabilidades a las que se enfrentan en una sociedad que está de la forma que está, con las deudas que tiene con Hacienda y Seguridad Social y sabiendo que en 2017 hay que comenzar a pagar a los acreedores ordinarios. ¿Quién o quiénes hacen el cesto? Otra opción que se pregona es que la Fundación vuelva a funcionar, ya que en estos momentos se encuentra descabezada. ¿Quién le pone el cascabel? ¿Cómo se comienza a ordenar el tema de la Fundación y que en la misma existan personas que realmente quieran y apuesten por la supervivencia del Xerez Club Deportivo? Porque la intención primera es que esas presuntas acciones pasasen a la Fundación y no a personas individuales, con lo que la Fundación se convertiría en el garante de la sociedad, pero los políticos ya han desertado de la Fundación Xerecismo en Libertad y no parece que quieran estar en la que se pretende renacer. Y mientras eso sucede y mientras esas expectativas están ahí, ya se mira de reojo al nuevo Gobierno municipal que quedará oficialmente constituido el próximo 13 de junio, día de San Antonio. El retorno a Chapín se prejuzga fundamental para dar pasos más en firme; la posibilidad de una demanda concursal contra el Ayuntamiento también está ahí, aunque hay demandas por todos los lados, unas presentadas y otras por presentar, con la de la de petición de medidas cautelares. Y es que hace falta dinero y Energy, Ricardo García, no paga ni el café y los que están aquí poniendo dinero ya están también hartos de tocarse constantemente el bolsillo. En resumidas cuentas que en el Xerez Club Deportivo todo son expectativas, que no se sabe  si se podrán o no cumplir. De lo que pase el día 13 podrían depender muchas cosas. Más que de lo que ocurra en la reunión de Becerra con Ricardo. Porque Ricardo pedirá apoyos y dirá que dará las acciones, pero mucho me temo que esas acciones, que no sé ciertamente ni a quiénes pertenecen, no saldrán del condado de Dos Hermanas.
El cese de Orúe.  Y mientras que parecía que las aguas solo estaban turbulentas en la playa azul del Xerez Club Deportivo, hete aquí que un cese no anunciado en tiempo y en forma también ha hecho que las aguas bajasen bravas por el entorno del Xerez Deportivo Fútbol Club. No es para que las campanas toquen a alarma, porque un entrenador se cesa un día sí y otro también en cualquier equipo del mundo, pero no es de recibo que se haya más levantado más ventisca con el adiós de Carlos, el hombre que ha liderado el arranque de la entidad, que con el de Carletto a nivel nacional. Y es que las cosas hay que hacerlas cuando hay que hacerlas. Si hay una reunión de los jugadores con los directivos, que existió, en la que ponen a los dirigentes en antecedentes de que las posturas dentro del vestuario son irreconciliables y si, desde eso momento, porque así fue, la mayoría de los directivos tenían la decisión tomada de que Orúe se tenía que ir, por qué en ese instante no se convoca una junta extraordinaria y se da la noticia antes de que la desunión saltase a los medios informativos. Y es más, desde que el rumor, antesala de la noticia, saltó transcurrieron una serie de días que únicamente sirvieron para avivar la crisis y para notificar que Orúe estaba destituido a falta de confirmación oficial. ¿Hacía falta esperar a la reunión del lunes? ¿No se podía haber tomado la decisión mucho antes? ¿Qué necesidad ha habido de alimentar tantos comentarios, de que incluso un jugador enviase un mensaje a un compañero de los medios en el que exponía su punto de vista personal o de que algunos directivos saliesen a analizar, antes de que se produjese el comunicado oficial, el tema del cese del entrenador? Un entrenador que, por otra parte, estaba de baja médica y sigue estándolo, por lo que tampoco entiendo las razones de la demora en dar la noticia. Se decía que por respeto a esa baja y finalmente se dio el comunicado cuando Orúe estaba de baja, aunque ya en su domicilio. Se ha querido hilar tan fino que, al final, pienso que el tema se la ha ido de las manos a la directiva, sin personalizar en dirigente alguno. Posteriormente también ha salido a la palestra el interesado, el cesado, un Carlos Orúe que ha sido, como siempre, elegante en las formas, pero que en el fondo ha dejado claramente señalados a algunos directivos, ya que en el comunicado -enhorabuena por la libertad de expresión de la que ha hecho gala la directiva y el jefe de Prensa al subirlo a la página web oficial del club- explicita que hay personas, desde su punto de vista personal e intransferible, que no están al nivel requerido y que, incluso, pueden hacerle daño al club. Orúe, además, indica que cuando se encuentre plenamente recuperado va a dar una rueda de prensa, con lo que el tema del cese no se va a quedar en los comunicados sino que va a seguir algunos días más. Esperemos que el asunto de la sucesión de Orúe no marque los mismos tiempos. Sustituir a Orúe no es fácil, porque tampoco era fácil encontrar una persona de su capacidad profesional y de su currículum que se hiciese cargo del equipo en la última categoría del fútbol nacional. Se convenció a Carlos y Carlos se ha dedicado de lleno a su labor, como si un equipo de la Liga de Fútbol Profesional se tratase, pero ahora ha llegado la hora del relevo y ya se debía haber tomado la decisión para no convertirla en otro culebrón. Hay ofrecimientos, aunque me dicen que de todos solo gusta uno, y está la opción casera de Dani Pendín, que parece que es la más lógica, porque Pendín está en el proyecto desde el minuto 1 de su nacimiento, porque ha hecho una campaña excepcional con los juveniles, porque conoce mejor que bien el vestuario y porque tiene carisma entre el xerecismo. Pero no seré yo el encargado de tomar la decisión, sino los directivos. Dicen que este lunes van a moldear el perfil. El perfil, por favor, está más que moldeado. No hacen falta tantas reuniones sino decidir lo que puede ser lo mejor para el club y comenzar a anunciar fichajes y a mover el mercado noticiable de la entidad. Porque con noticias es como se apaga el ritual de los rumores, de los comentarios y de las incertidumbres. El equipo está bien encaminado. Hay que cerrar cuentas y preparar la asamblea, pero sobre todo hay que cerrar cuanto antes la minicrisis abierta con el cese de Carlos Orúe. Y la mejor forma de hacerlo es anunciando al nuevo entrenador y poniendo las bases del equipo que la próxima campaña, por estas fechas, debe ser ya nuevo inquilino de la Primera División Andaluza.
Y el sueño.  Y como escribimos al principio, en el Jerez Industrial se vive el sueño de un posible retorno a la Tercera División. Sin adelantar nada, pero sí esperando acontecimientos y reuniéndose con la Andaluza para poner cuentas sobre la mesa y también expectativas. Chapó.