Ocho de la mañana. Los trabajadores, que como cada día cruzaban la frontera de Gibraltar para acudir a sus puestos de trabajo se han encontrado con una enorme cola que ha ralentizado de manera considerable su acceso al Peñón. Incluso ha habido gritos hacia los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Y es que la frontera de La Línea con Gibraltar ha presentado este martes "colas kilométricas" tanto para peatones como para tráfico rodado, por lo que, ante esta situación de "auténtico caos", los trabajadores españoles en la colonia cuestionan la eficacia de la frontera inteligente.
Así lo ha manifestado Alfredo Valencia, trabajador español en Gibraltar, quien explica que la cola de peatones superaba en la mañana de este martes el kilómetro de extensión, lo que en tiempo se traduce en "una hora y media o dos horas". A esto, añade que se han producido "colas aún mayores" para el tráfico rodado, que ha afectado "tanto al habitual como al de mercancías".
Destaca que esta situación de "caos" provoca que "los trabajadores lleguen tarde, los comercios abran tarde" y eso genera "perjuicios económicos a las empresas de ambos lados de la Verja", además de "incomodidades" a los trabajadores y a las personas que utilizan este paso fronterizo.
En su opinión, "el mérito de estas colas lo tiene la persona que calificó el sistema de inteligente", a la que reprocha que "de inteligente no tiene nada" y añade que a los afectados no les sirve que les digan que se está "en periodo de prueba o de adaptación".
Finalmente, señala que los trabajadores españoles en la colonia no se sienten "nada bien tratados por el Gobierno" y considera que los comercios y empresas de España y Gibraltar deberían plantearse "enviar escritos de protesta a los responsables" de esta situación.
Gibraltar lleva el asunto a la UE
Como les venimos contando en los últimos días, el Gobierno de Gibraltar ha solicitado a la Oficina de Gibraltar en Bruselas que informe a la Comisión Europea sobre los últimos retrasos en la frontera, que atribuyen a "la implantación de un sistema de control fronterizo automatizado en el lado español. Este tipo de sistemas están diseñados para mejorar el flujo en las fronteras, no para ralentizarlo", apostilla.
El Peñón califica de "inaceptable" esta situación, destacando que se han visto afectadas personas mayores y niños soportando colas con las altas temperaturas.
Asimismo, recuerda que "a lo largo de meses, las autoridades españolas no notificaron a tiempo a Gibraltar los cambios en la infraestructura, los carriles y los registros de vehículos en la frontera", con lo que entiende que "una vez más han decidido no comportarse como socios europeos.
El viceministro principal de Gibraltar, Joseph García, ha comentado que "la llegada de la temporada turística coincide una vez más con trastornos en la frontera, causados por las autoridades españolas. Esta vez el problema se debe a la manera en que España ha escogido llevar a cabo cambios en su infraestructura".
Añade que "se trata de un grave problema político que también tiene una dimensión humana muy tangible. Hay miles de personas que viven en España y trabajan en Gibraltar que, una vez más, deben aguantar estos inaceptables retrasos. Entre los afectados también hay turistas".
Tilda de "irónico" que "la mayoría de los afectados son de nacionalidad española y es su propio Gobierno el que les ocasiona estas dificultades".
Por último, apunta que "cabría esperar que un cambio de tal envergadura, que afecta a miles de personas a diario, debería, como mínimo, haber sido objeto de una campaña de información pública por parte de España, con el fin de ponerlo en conocimiento de las personas que cruzan la frontera a diario. Como no ha sido el caso, el elemento sorpresa no ha hecho sino agravar una situación ya de por sí compleja".