El australiano Jason Day ha aprovechado el impulso del día anterior para despegar el vuelo y consolidarse en el liderato durante la tercera jornada del Campeonato de la Asociación de Profesionales de Golf de Estados Unidos, que se disputa esta semana en Whistling Straits, a orillas del lago Michigan en Wisconsin.
Day, aparentemente recuperado de los problemas de vértigo que lo derribaron durante el Abierto de Estados Unidos, ha llegado al campo al amanecer para terminar su segunda ronda, suspendida por la tormenta el día anterior, y ha regresado por la tarde a defender su liderato durante la tercera jornada.
El dominio del golfista australiano en el recorrido de Whistling Straits, una antigua base de artillería antiaérea, se ha visto amenazado por el estadounidense Jordan Spieth, ganador del Masters de Augusta y el Abierto de Estados Unidos de 2015, que ha puesto a Day en su punto de mira durante los últimos hoyos.
Spieth vuelve a ser la máxima esperanza de Estados Unidos esta semana, por su posible hazaña de ganar tres grandes en una misma temporada y la posibilidad de que, gracias a la victoria de Zach Johnson en el Abierto británico, los estadounidenses se lleven los cuatro grandes en un año, algo que no han logrado desde 1982.
De hecho, a principios de la semana, el capitán del equipo estadounidense de la Ryder Cup, Davis Love III avivó las expectativas. "Tenemos a mucha gente nueva jugando muy, muy bien, es un gran momento para el golf estadounidense", dijo Love antes de comenzar su participación en el Campeonato de la PGA.
Sin embargo, después de un inicio del torneo con dominio de estadounidenses, al final de la tercera jornada solo quedan Jordan Spieth (-13) y Tony Finau (-10) en los primeros puestos de la clasificación, en compañía del inglés Justin Rose (-13), el sudafricano Brendan Grace (-12) y el alemán Martin Kaymer (-11).
"Hace cinco años, creo que estaba a cinco o seis golpes el tercer día y de repente me puse líder", dijo Kaymer, vencedor de la edición de 2010 del Campeonato de la PGA que se celebró también en Whistling Straits.
La distancia de dos golpes de Jason Day (-15) puede no ser suficiente para evitar los ataques de los cañoneros estadounidenses durante la última jornada del domingo, y el golfista australiano tendrá que seguir tomando altura para conquistar el primer grande de su carrera.
