La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no ve posible la reforma de la Constitución porque que no hay "consenso" y porque el objetivo de dicha reforma "no existe y es muy dispar".
En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el primero tras las vacaciones, la 'número dos' del Ejecutivo ha apuntado que "indudablemente" pueden acometerse modificaciones de la Carta Magna pero para ello "se necesita tener muy claro" el objetivo que se persigue.
Además, para alcanzar dicho objetivo, ve "necesario" llegar a un consenso: "Ese consenso es muy complejo", ha dicho, preguntada sobre la posibilidad de que el Gobierno acepte reconocer la singularidad de Cataluña a cambio de que el Ejecutivo de Artur Mas "entierre" el desafío soberanista.
Según ha afirmado, "es muy difícil contentar a quien nunca parece estar dispuesto a hacerlo" y, en este sentido, ha subrayado que "no se trata de enfoques de reforma (constitucional) para contentar a los independentistas".
La vicepresidenta ha insistido además en que en esta ocasión "el objetivo" de la reforma constitucional "no existe, al contrario de lo que a su juicio sucedió en ocasiones anteriores.
MEDIDAS DE MAYOR "CALADO"
Así, Santamaría ha reiterado que su partido, el PP, no va a incluir en su programa electoral dicha reforma aunque ha puntualizado que la Constitución "es susceptible" de ser modificada. Eso sí, de cara a la próxima legislatura, cree que son más "importantes" y tienen mayor "calado" en la ciudadanía otros "elementos", como la reforma del sistema de financiación autonómica y la prestación de servicios públicos en los distintos territorios.
Para la vicepresidenta, la modificación de la Carta Magna persigue la meta de ser "más eficaz y eficiente" a la hora de resolver los problemas de los ciudadanos y ha apostado por "trabajar" por unas administraciones que velen por el Estado de bienestar.