Como frase no está mal y en si estuviera sobre un papel o en la pantalla de un ordenador sería agradable de ver. Distinto es cuando está escrita con un spray en una pared porque la bonita frase se convierte en una vergonzosa gamberrada propia de personas sin la mínima educación y respeto a los demás.
La Isla está llena de pintadas de este tipo, muchas de ellas de peor gusto pero todas reprochables socialmente. Y sería mejor si ese reproche se acompañara de una buena multa que en el caso de ser menores los autores, no repercutiera en los padres sino en los autores, pagándola con trabajos a la comunidad. Comenzando por limpiarla, por supuesto.
