El Grupo de Apoyo Rosa (#RosaSeQueda) ha comenzado una campaña de difusión y ha pedido justicia para paralizar el desahucio de Rosa María, una mujer con una discapacidad mental y que va a perder su casa, en el número 2 de la calle Trefacio, en el distrito de Hortaleza, tras una deuda contraída por su exmarido.
"Es un caso injusticia social y de vulneración de derechos a una persona que ha perdido su vivienda sin deber ni un solo euro", han señalado desde la plataforma de apoyo, que han explicado que el desahucio se producirá este 30 de octubre "sin haber llegado a una solución razonable".
Según explican, esta vecina de Hortaleza se enfrenta a un desahucio "injusto fruto de una deuda contraída por su exmarido con el que ya no mantenía relación alguna desde hacía años". Destacan que la vivienda no pertenecía a una única persona, "pues era un bien ganancial", y que ella no tenía relación alguna con la deuda.
Pero esto "no supuso ningún problema a la entidad bancaria para iniciar los trámites de embargo", han lamentado, destacando que el caso se agrava ya que Rosa, que padece una discapacidad mental, al recibir la notificación de embargo, "no fue consciente de la gravedad de la situación".
A partir de entonces, la vivienda pasó a subasta sin que Rosa se enterara pues, según aseguran, el juzgado optó por no notificarla, "lo que supone una violación de sus derechos de defensa e información, dejándola indefensa y sin posibilidad de negociación".
Cuando la familia se enteró de la situación, la vivienda ya estaba adjudicada a un tercero. Se presentaron varios recursos, para intentar revertir la situación, junto con informes médicos que acreditan la enfermedad de Rosa y por ello su indefensión.
Sin embargo, explican que el juez los desestimó todos "sin posibilidad de recurrir su decisión, negando el derecho de uso que tenía sobre la vivienda" alegando que Rosa, "al no estar incapacitada legalmente, tiene una responsabilidad civil" y, por tanto, no se reconoce su enfermedad.
Al mismo tiempo, el juez se excusó en que no se notificó la subasta en el domicilio porque se llevo vía edicto. "Esto supone una nueva irregularidad ya que en el propio juzgado se reconoció la falta de voluntad de notificar la subasta, por lo que se llevó vía edicto sin haber agotado previamente todas las posibles vías", han destacado.