La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha defendido este domingo que el Gobierno de Mariano Rajoy contribuye con su "autoritarismo" y falta de alternativas sobre Cataluña a que muchos ciudadanos voten a favor de la independencia sin quererla como un medio para forzar "un federalismo real".
"Si no hay alternativas, mucha gente que no hemos sido independentistas podíamos votar que sí. Cuando tienes un Gobierno más que centralista, autoritario, que se niega al diálogo y a todo, no te dan ninguna opción, un voto independentista puede ser un mecanismo para forzar un federalismo real", ha defendido en declaraciones a laSexta recogidas por Europa Press.
La regidora de la Ciudad Condal ha cargado contra el PP por "tensionar y polarizar" la situación, algo que "le viene estupendamente para reforzar sus posiciones", y ha subrayado que esa actitud puede guiar a gente como ella que se encuentra "en medio", ni a favor ni en contra.
LA AUTODETERMINACIÓN, UN DERECHO FUNDAMENTAL
"Cuando hay propuestas alternativas se puede considerar, cuando no hay alternativa es lo que ha llevado a mucha gente que nunca ha sido independentista haya votado a su favor el 9N", ha defendido Colau, que ha reiterado que en cualquier caso el "principio de autodeterminación es un derecho fundamental".
En una línea similar, la alcaldesa ha censurado la hoja de ruta que el Gobierno de Mariano Rajoy ha advertido que podría llevar a cabo sobre el desafío soberanista catalán, unas medidas excepcionales que "no tienen razón de ser y atentan contra el sentido común".
"Las leyes tienen que estar al servicio de la gente, no al revés", ha subrayado Colau, que ha dicho que esa es la "perversión" que ha creado el PP y que está generando "anomalías democráticas". En este sentido, ha defendido que el Ejecutivo central es "quien más está atentado" actualmente "a la legalidad y al principio de independencia de la legalidad".
"Que haya una mayoría ciudadana pidiendo poder votar en las urnas democráticamente y que se busquen mecanismos anómalos, excepcionales, que recuerdan a tiempos antiguos, excepcionales, como si hubiera una guerra, para impedir un derecho democrático, no me parece normal, me parece politizar un tribunal que no debería politizarse y al que menos le conviene es al poder judicial", ha señalado.
UN TIC POLINIZADO
La alcaldesa de Barcelona ha declinado responder abiertamente a la cuestión de si reconoce al Tribunal Constitucional y se ha limitado a denunciar su "mal funcionamiento" y politización y ha recordar que la desobediencia a las leyes tiene un límite, los derechos humanos, y en el tema catalán "se han agotado todas las vías". En este sentido, ha abogado por mecanismos que hagan volver "al sentido común, a hablar, a discutir y a votar en las urnas".
También ha defendido que no se puede declarar unilateralmente la independencia, a pesar de la mayoría en escaños lograda por los partidos que defienden esta posición. "Eran unas elecciones con un marcado carácter plebiscitario pero no únicamente plebiscitarias. Salió un Parlamento que tiene una mayoría de diputados independentistas pero no una mayoría suficiente de votos. Me parece muy evidente que no se puede hacer una declaración unilateral de independencia con ese resultado", ha dicho.
En esta línea, también se ha referido a la propuesta presentada en el Parlament por Junts pel Sí y ERC. "No voy a cuestionar la legitimidad de que una mayoría parlamentaria pueda aprobar una declaración, pero ¿tiene eso utilidad a efectos prácticos?. ¿Sirve a la causa soberanista?. Porque lo que salió de esas elecciones es otra vez una abrumadora mayoría que está por el derecho a decidir", ha reiterado.
Finalmente, ha denunciado la falta de "voluntad política" para acometer la reforma constitucional y ha recordado que "en una noche" se aprobó la modificación de la Carta Magna para pagar "cuanto antes" la deuda y rescatar a los bancos.