Es ésta una iniciativa que desde hace varios años viene impulsando la Junta de Andalucía para permitir a los vecinos acometer obras de rehabilitación en sus viviendas tales como saneamiento en suministro de agua, luz o gas, redistribuciones interiores, estabilidad estructural o reformas en aseos y cocinas. Todo ello, con el objetivo de hacer más habitables los hogares y mejorar, por tanto, la calidad de vida de los ciudadanos.
Para tal fin, la Consejería de Vivienda realiza una inversión que supone para cada hogar solicitante una ayuda del 50 por ciento del presupuesto de ejecución material de las obras, de un total de 12.000 ó 18.000 euros, en función de si los trabajos requieren tocar o no la estructura de la vivienda.
Los beneficiarios de este programa no podrán tener unos ingresos superiores a 2,5 veces el IPREM, ya que se persigue ayudar a las personas que cuenten con mayores dificultades para ejecutar dichas obras.
Hay que recordar que en el último programa de Rehabilitación Autonómica fueron 25 las familias beneficiadas; mientras que este año ya han presentado su solicitud 32.
